Raquel Bustos, empleada de la planta de tratamiento de residuos de Río Pico, contó la situación laboral en la que los trabajadores enfrentan desafíos tanto económicos como en sus condiciones de trabajo.
Bustos explicó que la planta atraviesa un momento difícil debido a la falta de incremento en los salarios y las pésimas condiciones en las que desarrollan sus funciones. “Estamos pidiendo un aumento porque nuestro salario de 140,000 pesos mensuales y no alcanza para nada,” afirmó Bustos.
Según contó, las demandas de los trabajadores no fueron bien recibidas por las autoridades locales, generando un conflicto que llevó a la suspensión de actividades en la planta. “La señora Caterina Bustos, que es la Secretaría de Ambiente, nos cerró las puertas de la planta y no nos dejó ingresar para trabajar. El intendente también se enojó con nosotros,” relató Bustos. El acceso a la planta fue bloqueado tras una reunión en la que los empleados expresaron sus reclamos.
La situación es aún más complicada por las condiciones de trabajo en la planta. “La planta no tiene gas desde hace tres años y trabajamos en invierno sin calefacción. También estamos sin agua y no tenemos máscaras de protección, guantes, ni barbijos”, denunció Bustos.
“El contrato de nosotros termina este mes y no sabemos si lo renovarán. La falta de diálogo con las autoridades nos deja en una situación incierta,” comentó Bustos. “Vamos a tratar de dirigirnos a la Secretaría de Trabajo de Esquel o algún político provincial que pueda ayudarnos a resolver esta situación,” expresó.
O.P