El pasado miércoles 22 de enero, liberaron a un lobo marino que fue hallado herido de gravedad con una tanza para pescar y, tras un mes, volvió al mar. El animal había sido encontrado por una turista a fines de diciembre de 2024 en la costa de San Clemente, Buenos Aires, y tras dar aviso a las autoridades, fue asistido por un grupo de proteccionistas. Luego de semanas de cuidado, todo terminó con un final feliz y regresó a su hábitat natural.
Según se supo, el rescate del lobo marino juvenil de la especie Dos Pelos Sudamericano) comenzó cuando una mujer identificada como Daniela Mamousse se encontraba en la mencionada localidad bonaerense disfrutando de sus vacaciones con su familia.
Sin embargo, durante un paseo por la playa a fines de diciembre de 2024, divisó a lo lejos lo que parecía ser un lobo marino con algo extraño alrededor de su cuello. Al acercarse, se dio cuenta de que el animal tenía una tanza de pescar enredada que le causaba una herida profunda. Ante esta situación, Mamousse no dudó en contactar al equipo de Mundo Marino para alertarlos y pedir ayuda.
"Nos quedamos esperando cerca del animalito hasta que llegó el equipo de Mundo Marino para el rescate. Vinieron muy rápido y me quedé asombrada de ver cómo actuaron para asistirlo y cargarlo en la camioneta", relató la mujer, quien, con su gesto, permitió que el lobo marino recibiera atención inmediata.
Una vez que el animal fue trasladado al centro de rehabilitación, el equipo de veterinarios del grupo proteccionista realizó una evaluación y comprobó que la herida era profunda, cortando fragmentos de músculo y afectando toda la circunferencia del cuello.
La herida también alcanzaba la parte superior del hombro derecho. Afortunadamente, los análisis sanguíneos iniciales mostraron que el animal no presentaba infecciones graves, pero se decidió seguir un tratamiento con antibióticos y analgésicos para aliviar el dolor.
Durante el mes de rehabilitación, se le realizaron limpiezas diarias y tratamientos con cremas antibióticas. Tras unas semanas, el lobo marino mostró mejoras significativas en su condición física, y los resultados de las pruebas de sangre indicaron que su recuperación estaba avanzando favorablemente. Cuando su herida cicatrizó adecuadamente, mostró una actitud positiva frente a la alimentación y en su comportamiento, entonces el equipo de veterinarios dio el alta al animal.
“Visibilizar casos como este es fundamental para que tomemos conciencia de cómo nuestras acciones impactan directamente en los animales que habitan nuestras costas. Al entender que algo tan simple como desechar correctamente una tanza puede evitar este tipo de daños, podemos asumir un compromiso más responsable con el cuidado del medio ambiente”, expresó Andrea Cabrera, presidenta de la Fundación Mundo Marino.
Fuente: Prensa Fundación Mundo Marino