Fue medalla de bronce, pero para el ciclismo de Esquel fue como una presea de oro, fue como tocar el cielo con las manos. Fue como sentir que los milagros existen.
Y eso que ocurrió hace 30 años. 30 años ya de una hazaña de un jovencito de tan solo 17 años.
Porque Sandro Miranda tenia esa edad cuando fue convocado al Seleccionado Argentino de Mountain Bike y cuando, en la localidad de Miramar (sub sede de los Juegos Panamericanos) alcanzó la presea de bronce, tan festejada como la de oro.
Histórico por donde se lo mire. Increíble y milagroso. Más cuando se sabe que las condiciones de participar a nivel internacional siempre fueron difíciles y más, hace 30 años.
Y tantos años de experiencia, es material de consulta de manera permanente.
De hecho, colaboró en el armado del circuito de la Trepada a La Hoya cuya victoria este domingo quedó en poder de Marcos Aga, otro ciclista increíble, de tantas victorias.
Claro que la edición número 30 de la Trepada a La Hoya, casi es coincidente con los 30 años de la obtención de la medalla de bronce por parte de Sandro Miranda, de aquel jovencito Sandro Miranda.
- ¿Sandro, qué te acordás de aquellos juegos Panamericanos de hace 30 años? ¿Cuántos años tenías en ese momento?
- En el momento de la competencia estaba con 17, porque a los 10 días cumplía los 18 años.
- ¿17 años? Increíble, ¿no?
- Sí, la verdad que sí, fue una cosa de locos.
- ¿Y cómo llegaste al Seleccionado Argentino? ¿Qué te acordás de esa época?
- Bueno, fue un proceso largo, eso arrancó en el mes de enero, en realidad no estaba seguro si la disciplina iba a estar en los Juegos (N. de la R.: el Mountain Bike fue un deporte invitado en esos Juegos), entonces estaba en la duda, pero bueno, pusieron el Campeonato Argentino como posible plaza para los Juegos Panamericanos.
Me acuerdo que se corrió en San Martín de los Andes la primera fecha, la cual gano. En la segunda fecha en Bariloche, que fue en febrero, quedé segundo por un pinchazo y hubo una tercera fecha en la provincia de Córdoba, donde me dijeron que estaba en el equipo y que debía viajar a Miramar, donde iba a ser la última fecha del Campeonato Argentino y, a partir de ahí, quedé concentrado con la Selección Argentina.
- ¿La concentración fue en Miramar?
- No exactamente. La concentración la tuvimos en Chapadmalal, que estaba ahí a unos 10 kilómetros de Miramar y Mar del Plata. Era uno de los epicentros de la Selección Argentina, donde la mayoría de los deportes estaban alojados ahí. Fue una vivencia hermosa compartir ese momento, no sé, con la gente del vóley, con Las Leonas, con la gente del Patín Carrera, Gimnasia Artística, en ese lugar era un vivir de todos los deportes.
En relación al Patín Carrera debemos señalar que Nora Vera fue, sin dudas, la gran referente de esos Juegos. Oriunda de Mar del Plata, fue la abanderada argentina en la ceremonia de apertura. Una gran deportista que hizo popular el patín carrera.
Volvamos al Mountain Bike y a esa gran jornada de los Juegos Panamericanos en marzo de 1995.
- Hay una referente, leyendo periódicos de esa época, donde Jimena Florit logró también medalla de bronce, pero a ella se la toma como una referente, como la precursora del Mountain Bike femenino en este caso. ¿Qué te acordás de ella?
- Bueno, Jimena la verdad que una persona hermosa, excelente, una deportista maravillosa, tuve la suerte de compartir el mismo equipo con ella, entonces nos relacionamos mucho en lo que eran los viajes a los Campeonatos Argentinos, distintas fechas que por ahí teníamos que viajar.
Yo en ese momento estaba corriendo para una importadora de bicicletas, entonces era convivir mucho con ella y la verdad que ya teníamos una amistad previa y poder convivir en algo tan especial como esos eventos.
Los dos tuvimos esa, no sé si llamarlo suerte, pero la posibilidad de ganar una medalla, yo creo que fue como cerrar un círculo de amistad con ella, porque a partir de ahí también, bueno, fueron dando distintas carreras de invitaciones o por ahí charlas, entonces se forjó una amistad muy linda con ella, que hasta el día de hoy estamos comunicados, ella viviendo en Estados Unidos, bueno, hoy también es mucho más fácil con esto de la tecnología, antes hubiese sido más complicadito, pero la verdad que quedamos con una amistad hermosa con Jimena.
-Bien, contanos algo de la carrera, a ver que te acordás, porque el registro gráfico señala que la carrera era de casi 40 kilómetros, 39,5 exactamente, que eran seis vueltas a un circuito de más de 6km, que el ganador fue un estadounidense, mirá con qué nombre, David Juárez.
- Si muy latino, demasiado latino.
-El ganador hizo un tiempo de 1hs 47min 14seg, a 10 segundos llegó Andrés Brenes de Costa Rica y a un 1min 50seg llegaste vos, logrando la medalla de bronce. A ver ¿qué te acordás, de cómo era el circuito, la organización?, remontémonos a 30 años atrás.
-Sí, bueno, es volver a vivir todo, la verdad que 30 años, la verdad que hoy como que no termino de dimensionar que haya pasado tanto tiempo, pero bueno. En principio vivir algo que creo que nunca lo volveré a vivir, ojalá me esté equivocando, pero que la gente sea tuya en ese momento, porque era el único argentino, tuvimos una previa en unos tipo boxes, que bueno, el espectador podía acercarse a solicitar autógrafo, a conocer a los corredores, creo que fue una de las mejores cosas, porque ahí uno comparte ese momento, es hasta una forma de descarga, porque si no es todo tensión, todo espera, así que bueno, eso estuvo muy bueno, cosas que recuerdo que me marcaron, a partir de ahí es una carrera desde el principio fiel a mi estilo, no podía cambiar ahí por ser uno, hoy dimensiono lo que es, pero en ese momento para mí fue entregarme a una carrera más, salimos en punta con el estadounidense, con el chico de Costa Rica y un canadiense, y bueno, en mitad de carrera se me escapan esos tres, y promediando la cuarta vuelta aproximadamente, vuelvo a conectar al canadiense, y a partir de ahí fue un seguir descontando a los de adelante, que ellos iban haciendo una carrera a nivel mundial, en ese momento “Tinker” Juárez era campeón del mundo, y el otro chico era compañero equipo del campeón del mundo, ellos están a otro nivel, hice todo lo posible, pero tampoco fue que se me fueron muchos dos minutos para ese nivel, para mí fue como haber ganado.
-Seguramente, Sandro, me surge una pregunta, y es consultarte al llegar a una instancia de estas características y con estos resultados, ¿quién colaboró, quién te ayudó a transformarte en lo que finalmente resultaste ser en ese momento?
-Bueno, en principio, lo más importante y creo que todos los deportistas no dejamos de agradecer a la familia, el primer sponsor que tenemos, el que te acompaña, el que está esperando con alguna taza de té, el que te abriga, el que está en los momentos malos, entonces ellos fueron mis primeros sponsors, y en esos tiempos yo corría para una, como te comentaba, para una empresa importadora de bicis, entonces se me facilitaba un poco con el tema de los pasajes, pero bueno siempre en toda mi carrera, y lo que más aprecio fue el apoyo de pequeños negocios que es una ciudad muy solidaria, más deportivamente, y como yo creo la mayoría de los deportistas que hoy brillan, fueron sponsoreados por verdulería, por kioscos, por despensas, que bueno, que fueron los que nos hicieron dar ese pequeño salto que bueno, que después nos llevó a mucho más.
- ¿Qué hiciste con la medalla de bronce?
- La medalla de bronce la tengo ahí muy guardada, la verdad que es una simple medalla, pero para mí significa mucho de mi vida, entonces eso siempre está en un lugar especial, en un cajón ahí en mi casa, en un lugar especial, entonces de vez en cuando voy y miro y observo y bueno, y te lleva a pensar que una cosa tan pequeña, sea algo tan especial, ya sea deportivamente o emocionalmente, es muy fuerte volver a verla siempre.
-¿Siempre te dedicaste al ciclismo?
-No. Yo empecé a competir por una lesión. Me lesioné en una rodilla haciendo atletismo a los 15 años y comencé el ciclismo primero para una recuperación y de ahí no la largue más a la bicicleta.
-Es decir, que nos perdimos un atleta pero ganamos un ciclista.
-Exactamente, fue como una mutación.
Vuelvo a lo de los Panamericanos, ¿Hubo alguna otra victoria tan significativa como esa en tu carrera?
-No, a nivel resultado no. Esa fue mi mejor carrera, pero bueno, después hubieron carreras muy lindas que bueno, que por ahí quizás me emocionaron un poquito más, como una vez hice un tetra en el circuito corto, pero también sentí esa sensación de haber logrado algo muy hermoso con haber terminado.
También hubieron otras carreras importantes. Haber quedado Campeón Argentino alguna vez, haber quedado en el segundo puesto en un Trasmontaña, que es una carrera que se realiza en Tucumán muy conocida.
Entonces fueron cosas fuertes muchas. A mi edad fue todo muy rápido, 17, 18 años fue, creo que, no sé si mi momento más fuerte en lo que fue resultado significativo.
-Bien, ¿Por qué seguís corriendo?
-Afortunadamente es algo que no se puede dejar así. Por ahí tenés dos o tres días, una semana que estás cansado o con tiempos cortos o cualquier cuestión y realmente se necesita. Lo podemos comparar con la pesca, el pescador que espera que abra una temporada porque se pasó mucho tiempo esperando, entonces es una pasión que se vive tan de adentro, es un deporte tan solitario, sufrido, porque bueno, quizás hoy con lluvia, algunos estuvieron entrenando, con sol, cuando la gente se va al lago a disfrutar de esas aguas, uno va pedaleando con 30 grados arriba, entonces yo creo que cada momento se disfruta al 100% lo que conlleva llegar a eso.