La ciudad de Esquel se está posicionando en el mapa vitivinícola del país gracias a un ambicioso proyecto: el primer viñedo urbano, impulsado por el emprendedor local Camilo Debernardi. Con una visión audaz, Debernardi no solo busca consolidar la producción de uva en un entorno urbano, sino que aspira a que este emprendimiento produzca "el mejor vino blanco de Argentina".
El proyecto, que comenzó el año pasado con la plantación inicial de 500 vides, ha superado las expectativas. Camilo Debernardi destacó el "rendimiento excepcional" de estas primeras plantas, lo que ha generado un gran entusiasmo y la confianza necesaria para expandir la iniciativa.
Este éxito actual contrasta con un intento previo de Debernardi en 2016, que no llegó a buen puerto. El emprendedor atribuye la diferencia a la invaluable experiencia acumulada y a los estudios realizados en los años intermedios, que le permitieron afinar las técnicas y el conocimiento necesario para el cultivo en las condiciones particulares de Esquel.
Con la mirada puesta en el crecimiento, el plan es ambicioso: se proyecta una expansión significativa del viñedo, llevando la cantidad total de plantas a 2000. Esta ampliación no solo incrementará la capacidad de producción, sino que también fortalecerá la presencia de Esquel en el circuito vitivinícola nacional.
La visión de Camilo Debernardi va más allá de la mera producción; su expectativa de elaborar el mejor vino blanco del país subraya el potencial que ve en el terreno esquelense y el compromiso con la calidad. Este viñedo urbano no solo representa una apuesta productiva, sino que también se perfila como un nuevo atractivo turístico para la ciudad, invitando a visitantes y locales a conocer de cerca el proceso de elaboración del vino en un entorno innovador.
F.P