El Ministerio de Salud del Chubut, que conduce Fabián Puratich, recuerda las medidas de prevención del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), que el organismo de salud promueve a través de la campaña denominada “SUMate”, difundida por diversos medios digitales, la cual consiste en una serie de mandamientos destinados a prevenir la enfermedad.
Dichas recomendaciones de prevención están directamente vinculadas con medidas básicas de higiene, que toda la población puede aplicar en su vida cotidiana.
Diez mandamientos de prevención
En ese sentido, el organismo de salud recuerda que el lavado de las manos con abundante agua y jabón es uno de los principales hábitos de higiene que debemos interiorizar en nuestra rutina diaria, dado que previene no sólo el SUH, sino también muchas otras enfermedades. Por este motivo, es que conviene lavar nuestras manos al llegar a casa, antes y después de preparar alimentos, luego de ir al baño, después de tocar a una mascota y antes de alimentar a los niños.
Del mismo modo, los alimentos tienen que estar siempre cocidos de manera adecuada, en especial las carnes, las cuales no han de presentar jugos ni zonas rosadas en su interior. Es fundamental, también, que la carne cruda sea separada del resto de los alimentos, manteniéndose en bolsas herméticas que impidan el derrame de sus jugos.
Además, conviene que los alimentos ya cocidos sean guardados en la parte superior de la heladera, mientras que las carnes crudas deberán ser conservadas en los estantes inferiores de la misma.
Carnes y verduras
Por el mismo motivo, las carnes y verduras habrán de ser cortadas en tablas distintas, a fin de evitar la contaminación cruzada, y resulta fundamental que las verduras sean lavadas bajo un chorro de agua segura, en especial aquellas verduras de hojas, las cuales habrán de ser limpiadas hoja por hoja, agregando dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Dicha agua segura es la que debe utilizarse también para beber o cocinar los alimentos, y, en caso de duda sobre la inocuidad de la misma, conviene hervirla durante cinco minutos o, en su defecto, agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Para que el agua sea considerada segura, ésta no debe tener ni olor ni color ni sabor y debe haber recibido algún tratamiento de purificación.
Asimismo, los alimentos habrán de ser conservados a temperaturas adecuadas, por lo cual conviene comprarlos únicamente en comercios que mantengan condiciones de higiene y adecuada refrigeración. Después de comprados, los alimentos deben ser guardados rápidamente en la heladera o el freezer de cada casa, donde habrán de ser mantenidos hasta el momento de su consumo. No es recomendable en absoluto que dichos alimentos sean descongelados a temperatura ambiente, siendo preferible hacerlo en un horno microondas.
Lácteos pasteurizados
Por otra parte, el Ministerio de Salud recomienda también a la población chubutense que a la hora de consumir lácteos, o cualquiera de sus derivados, los mismos hayan pasado por el debido proceso de pasteurización. Esto implica evitar el consumo de leches crudas y de derivados de éstas que carezcan del adecuado tratamiento térmico.
Además, las piletas y piscinas han de estar cloradas, y se recomienda a los adultos que no permitan a sus niños bañarse en canales, lagunas o ríos que puedan estar contaminados. Del mismo modo, es importante recordar que los niños y niñas con diarrea no deben jugar ni bañarse en piletas con otros niños, incluso aunque lo hagan con los pañales puestos.
Finalmente, el Ministerio de Salud provincial llama a los padres a no medicar a los niños sin una indicación médica previa, por lo cual resulta fundamental que ante la aparición de los primeros síntomas de la diarrea se realice una consulta inmediata con el profesional médico.
SUH
El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que afecta especialmente a los niños menores de cinco años, manifestándose través de la insuficiencia renal, la anemia hemolítica y la disminución de plaquetas en sangre, pudiendo ocasionar daños graves en la salud de las personas.
Síntomas
El cuadro clínico suele presentarse con una diarrea que aparece luego de 3 a 4 días de ingerido el alimento contaminado por la bacteria, seguida por dolor abdominal y vómitos. Posteriormente, esta diarrea se vuelve sanguinolenta, y, aunque puede ceder espontáneamente, el paciente seguirá presentando palidez, disminución en la frecuencia de la eliminación de orina y lesiones o manchas en su piel.