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24 de Mayo de 2020
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El Horcón

El Horcón: ¿Quedate en casa?

Nueva entrega de la columna de opinión. 

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Siguiendo la línea que ha caracterizado a PAMI mediante la cual ha mostrado -en reiteradas ocasiones- que no tiene idea que sus afiliados son adultos mayores, se les ocurrió, a quienes planifican las políticas de la Obra Social, hacer un reempadronamiento de afiliados en medio de la pandemia.

 

La “iniciativa” no tendría mayores consecuencias si usaran los medios digitales conocidísimos en todo el mundo y transfirieran datos de una base de datos a otra sin molestar a los afiliados y lo que es peor: hacerlos pulular entre PROSATE y PAMI con los mejores oídos sordos al pedido de todos y de todas sobre la necesidad imperiosa que los abuelos se queden en casa.

 

Si usted, por ejemplo, tiene diabetes desde hace muchos años y PAMI le ha pedido sus datos para reempadronarlo una y otra vez pues ahora -una vez más-  la situación no es diferente y se entera, luego de ir de un lado a otro ante la indiferencia de quienes atienden en la Obra Social, quienes “cumplen orientaciones” según sus propias palabras.

 

El paseo de ancianos por Esquel tiene un itinerario más o menos como sigue: Se levanta una mañana (si no llueve mejor) y se dirige a PROSATE.  Deja allí las indicaciones de su médico para que le sean recetados los remedios que mes a mes consume como paciente de una enfermedad crónica. Luego de varios días vuelve a buscar las recetas como ha hecho durante este tiempo de pandemia y meses antes y… ¡Oh sorpresa!, no pueden hacerlas porque la Obra Social pide un nuevo reempadronamiento y no pueden hacer las ansiadas recetas.

 

El afiliado, sin entender bien por qué tiene que salir de casa mucho más de lo necesario cuando toooodooooo el mundo le pide lo contario y le dicen que lo están cuidando),llueva o truene se dirige a la Obra Social... si tiene “la suerte” de llegar antes que cierren le dan una planilla para llevar de nuevo a PROSATE… si ya se le hizo tarde pues tendrá que planificar nuevamente una nueva excursión por las calles esquelenses, para la cual debe esperar que su terminación de DNI corresponda con el día asignado para recorren las frías arterias de nuestra querida ciudad. Eso sí, antes que termine el acotado horario en el trabajan en PAMI y PROSATE.

 

Si después de caminar de un lado a otro pudo entregar la planilla en PROSATE, pues tendrá que esperar unos días más a que su médico de cabecera la llene y de nuevo -salida de casa por medio- puede ir a buscarlas para, finalmente, dirigirse a la farmacia por sus medicamentos. Días más días menos, puede ser que ya lleve algunos sin tomar esos remedios que hace años necesita y su Obra Social lo sabe.

 

Muchos optimistas, al comienzo de la pandemia apostaban a que de ella aprenderíamos y saldríamos mejores, sin dudas en algunas cosas será así. Otros tantos se han referido a las desigualdades y mal sistema de salud que todos sabían que padecíamos, pero nunca se hizo tan visible como en este tiempo de cuarentena, fundamentalmente, por las pocas garantías de atender enfermos tal como estaba diseñado y esquipado dicho sistema.

 

Pues bien, PAMI poco ha aprendido. A contramano de toda la lógica posible le sigue complicando la vida a jubilados obligándolos a salir de casa y sometiéndolos a la ineficiencia de una burocracia más dañina que el virus que padecemos.

 

¡Quédate en casa! …si tu obra social no es PAMI.

 

CHISTECITO DE YAPA

 

  •  ¡Ahoguen a ese sinvergüenza!
  •  ¡Cállese abuela! … estamos en el bautismo de su nieto…

 

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