Para quienes sueñan con la intervención federal en Chubut, es hora que despierten. Esa decisión no está en los planes del gobierno de Alberto Fernández. No es la primera vez que el presidente deja claro que esta vía (la menos democrática en democracia) no la piensa aplicar en la provincia que, de más estar decir, adolece de falta de política, dialogo y consensos.
Lo curioso es que, precisamente aquellos que le han puesto hasta fecha a esta posibilidad, son parte del problema que hoy atraviesa la provincia. Si bien es cierto que para ser reelecto Arcioni se comprometió con aumentos salariales que no podía pagar, tiene una planta política pululante y poco eficaz, y su gobierno adolece de un plan económico para salir de la crisis, también es menester apuntar que los ideólogos de la intervención viven o han vivido de la política sin que se les caiga una idea edificante.
No se entiende que sean políticos chubutenses los que agitan -como única posibilidad- que el gobierno nacional encuentre un camino viable a una provincia con petróleo, pesca, recursos turísticos de primer nivel, la fábrica productora de aluminio más grande del país y muchos otros recursos. Es en Chubut y no afuera, donde hay que buscar soluciones, para lo cual se necesita pensar y trabajar.
La “energía” que están malgastando en la provincia para debilitar aún más al actual gobierno, debe quedar claro que es hora de ponerla en otro lugar y comenzar a trabajar para y por los chubutenses.
La posición de la mayoría de los intendentes luego en la reciente reunión con el mandatario provincial, fue de agradecimiento y fotos. Los que se quedaron quietitos entendieron –parece- que no es momento de seguir en la línea destituyente.
También llama la atención -con la incertidumbre que padecemos por la pandemia y la crisis económica que nadie tiene idea ni propuesta sobre qué hacer con ella- que se esté pensando en las elecciones del año próximo como ya algunos (no pocos) están haciendo.
Hay un descreimiento muy marcado hacia la política y los que la ejercen en la provincia. Las acciones encaminadas a buscar soluciones afuera, a debilitar a unos en pos de dudosas ganancias de otros y al esquema de trabajar solo para elecciones, con promesas y discursos de ocasión, no le traerán a Chubut más que pocas oportunidades de una salida “saludable” para esta película de guion conocido.
CHISTECITO DE YAPA
- Camarero, ponga una de calamares a la rumana, por favor.
- Será a la romana, señor…
- Irina, cariño, ¡dile al camarero de dónde eres!...