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12 de Julio de 2020
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Argonauta

Una película, una serie, un libro

En esta semana de fecha patria, te presentamos tres grandes obras argentinas.

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Esta semana se celebró, en nuestro país, el Día de la Independencia, en conmemoración a la firma que rompió los vínculos de nuestro país con la monarquía española.

 

Sin esa firma, nuestro país no tendría la autonomía que tiene hoy: gracias a las personas que se dedicaron a independizar nuestro país, hoy somos Argentina, con nuestros bienes y males, pero Argentina al fin.

 

Entre los bienes, tenemos varios genios del arte que tenemos orgullo de llamar argentinos: desde el cine hasta las series y la literatura, nuestro país ha producido geniales obras y, hoy, decidimos mostrarte algunas de ellas.

 

 

La película de la semana

 

Esperando la carroza

 

Sabemos que el cine argentino ha producido películas dignas de los premios Oscar (y ganadoras, por cierto). Szifrón, Campanella y Puenzo son grandes directores que han llevado al país a la mirada de los cinéfilos alrededor del mundo.

 

Sin embargo, hoy queremos hacer un apartado para esta gran película que quizá, por ser comedia, se trata con un poco más de liviandad y sin tanto mérito, pero, en realidad, pinta un retrato de la vida en Argentina inigualable, con el humor y el sarcasmo que nos caracteriza.

 

Esperando la carroza, protagonizada por genios como Antonio Gasalla, China Zorrilla y Luis Brandoni, trata de una típica gran familia argentina: mamá Cora, con más de 80 años, tiene cuatro hijos y vive con uno de ellos. Su nuera, con la que también vive, está al borde de una crisis nerviosa: no tienen dinero ni espacio para mantenerla, y ella es la encargada de servir a todas las necesidades de su suegra. Así, le pide a su cuñado que se la lleve a vivir con ellos por un tiempo, a una casa más grande.

 

Varios altercados y discusiones surgen a partir de la reunión familiar, que se va agrandando y, de repente, mamá Cora desaparece. Más tarde, encuentran el cadáver de una anciana a la que pisó un tren y la familia concluye que se trata de su madre, organizando el funeral.

 

Malentendidos y mucho humor muy, pero muy argentino son los protagonistas de una gran película.

 

Recomendada para: toda la familia.

 

Quiénes deben verla: quienes quieran reírse mucho, hay humor para todos los gustos.

 

Quiénes no deben verla: quienes no disfruten de las películas viejas.

 

Puntajes: IMDB - 8.1 de 10; Rotten Tomatoes - 96%; Filmaffinity - 7.5 de 10

 

 

 

La serie de la semana

 

Los simuladores

 

Bueno, esta sí era una decisión bastante obvia, para contrastar con la primera. El marginal, El puntero, Apache y Mujeres asesinas son grandes series argentinas, pero ninguna tuvo la repercusión de la que, en nuestra opinión, es la idea más novedosa en salir de nuestro país.

 

Creemos que todos han visto algún capítulo al menos, pero la premisa es la siguiente: un grupo de cuatro personas hacen operativos complicadísimos, rebuscados y con lujo de detalles para resolver los problemas más simples, desde un vecino ruidoso hasta una madre que se une a una secta.

 

La complejidad usada para resolver las cosas más cotidianas es el factor humorístico, al igual que la personalidad de los personajes, pero la serie también tiene muchos elementos del género policial. Además, tiene muchas referencias brillantes a clásicos de la literatura y el cine.

 

En palabras de su director, Damián Szifron:

 

El postulado general sería que muchas veces «lo justo es ilegal y lo injusto es legal». Y los Simuladores están acá para ordenar un poquito eso. Ellos son invasivos, violan absolutamente cada una de las reglas que hay para violar, pero siempre el fin es noble. Son justos, pero políticamente muy incorrectos.

 

Recomendada para: adultos y jóvenes, ya que algunas veces las temáticas son complicadas.

 

Quiénes deben verla: quienes aprecien el género policial, un poco de humor y una temática muy original.

 

Quiénes no deben verla: quienes no disfruten de una serie de ocasión, ya que no tiene un gran hilo conductor, más que sus personajes (aunque todos los episodios se conectan con anteriores de alguna manera).

 

Puntajes: IMDB - 9.2 de 10; Filmaffinity - 8.0 de 10

 

 

 

El libro de la semana

 

 

La gran aldea - Lucio Vicente López

 

Esto sí que costó. Argentina produjo tantos inmensos escritores, famosos alrededor del mundo, que es imposible decidir: Cortázar, Borges, Sábato, Piglia, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Arlt, Walsh, Lugones, Saer, Storni, Pizarnik, María Elena Walsh... Por suerte, tendremos muchas oportunidades para recomendar.

 

La verdad que elegir es imposible, por lo cual, lo hicimos al azar. Ta-te-ti en la biblioteca, y el que salga. Igual, tenemos que hacer una confesión: salió primero el Adán Buenosayres, que es como el Ulises de Joyce pero argentino; un libro muy extraño, aunque excelente, de esos que uno tiene que leer con tanta atención que, entre párrafos, se pierde un poco lo que dice, en especial si no se tienen las 32141435367 referencias a las que el libro hace alusión.

 

Como no queremos que nos terminen repudiando, hicimos ta-te-ti de nuevo y salió La gran aldea, de Lucio Vicente López. Este es un libro muy interesante y es un gran retrato de la cultura argentina de una época, así que va al dedillo con la temática del 9 de julio.

 

La novela de 1882, publicada originalmente como un folletín, es bastante corta (poco más de 100 páginas, generalmente, dependiendo de la edición) y fácil de leer. Su nombre completo, en realidad, es "La gran aldea: costumbres bonaerenses".

 

Su tema principal es la gran inmigración europea. Argentina, en 1880, tuvo un crecimiento desmesurado. Muchas personas venían, en especial de Europa, buscando nuevos horizontes, a un puerto de Buenos Aires que cada día tenía más llegadas. Es por eso, quizá, que la novela comienza con una cita en francés, haciendo, quizá, alusión a la mezcla de acentos e idiomas que se generó en el país durante esa época.

 

Con un estilo particular, el protagonista va contando su vida, lo que ve ocurrir a su alrededor:

 

"En fin, yo, que había conocido aquel Buenos Aires de 1862, patriota, sencillo, semitendero, semicurial y semialdea, me encontraba con un pueblo con grandes pretensiones europeas, que perdía su tiempo en flanear en las calles, y en el cual ya no reinaban generales predestinados, ¡ni la familia de los Trevexo, ni la de los Berrotarán!"

 

 Así, en esta novela, se pueden ver todos los cambios por los que Argentina pasan constantemente, enmarcados alrededor de la vida del protagonista.

 

Es una novela con su ideología particular, muy bien escrita y sumamente interesante.

 

Recomendado para: jóvenes y adultos.

 

Quiénes deben evitarlo: quienes no disfruten de las novelas históricas o costumbristas.

 

Quiénes deben leerlo: liberales y personas que disfruten de los clásicos.

 

Puntaje: Goodreads - 3.6 de 5

 

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