La fragmentación política del oficialismo en Esquel es desconcertante al punto que no se tiene claro quien responde a quién y qué partido, fuerza u organización es la que prevalece sobre otras; si es que están organizados de alguna forma.
La alianza que otrora unió a Cambiemos y en la que primó, al menos en nuestra ciudad, el radicalismo, por estos días está tan desdibujada que se puede decir que da lugar hasta para una nueva organización partidaria. El PRO, su otra pretendida mitad, nunca tuvo suficiente adhesión en la localidad.
La división y la incomunicación es tal, que la oposición dentro del Concejo Deliberante ya no la conforman solo el Justicialismo, Chubut al Frente, Por Esquel y el Frente Vecinal. Ahora, como ya se pudo observar desde las PASO, el intendente no cuenta con el apoyo de la mayoría; dos de los concejales oficialistas han mostrado más de una vez la falta de puntos comunes entre ellos y el ejecutivo y por estos días el presidente del Concejo ha admitido que sigue sin tener el menor dialogó con el intendente y es una incógnita como se proyectará a futuro luego de la licencia que ha tomado en esta semana.
Tampoco en el ejecutivo el apoyo es sin fisuras para con el intendente; hay secretarios que aun continúan en sus puestos sin que su gestión sea buena y mostrándose inconformes con el jefe comunal. Tal vez porque sea difícil conseguir otros o porque no es momento de más cambios o porque es mejor esperar las elecciones definitivas que tendrán lugar en noviembre o porque hay demasiados conflictos para resolver y es prudente no sumar otro más, lo cierto es, sea el motivo que sea, que hay cambios que parecían que sucederían en el ejecutivo luego de las PASO y no han tenido lugar hasta ahora. Es curioso que funcionarios que no son electos por el voto popular, que pueden renunciar si están inconformes con la línea del intendente que los convocó, no parecen que tengan en su “agenda” renunciar y regresar a su actividad precedente.
Si bien esta división del oficialismo afecta en gran medida la gestión actual, no parece que va a incidir en las próximas elecciones en restarle votos a Juntos por el Cambio. Todos los de esa alianza en Esquel, han dicho que apoyarán la lista que encabeza para Senador, Ignacio "Nacho" Torres y para Diputados, Ana Clara Romero.
Esta gestión, tal cual está diseñada, donde fue electo el intendente con la potestad de formar su equipo y también fue conformado -por elección popular- el Concejo Deliberante con diez concejales: seis oficialistas y cuatro de la oposición; difícilmente puede resolver los problemas, inquietudes y demandas de la población si no hay acuerdos políticos, sobre todo, entre aquellos que ganaron el derecho a ser oficialismo.
La alianza Cambiemos siempre fue, y es, muy crítica con la falta de dialogo del resto de las fuerzas políticas y mucho se dijo de cerrar grietas en campaña; hoy crea divisiones casi insalvables en su propio seno por el simple hecho de no dejar de lado personalismos y olvidar que no están para uno ser mejor que otro, sino para, entre todos, gestionar para los que los votaron y los que no lo hicieron.
Es llamativo que, al menos en Esquel, no haya acuerdos para sentarse a consensuar una agenda que más allá de simpatías o antipatías personales siente consensos que posibiliten gobernar los próximos dos años, los que quedan para que en 2023, nuevamente, se elija gobierno en la ciudad. Si esto no ocurre no solo las consecuencias se reflejarán en el crecimiento de Esquel, también, parecen no darse cuenta, que de esta forma cada protagonista de esta historia está conspirando contra sí mismo para seguir en política como tanto han manifestado que todos quieren hacer.
Es necesario tender puentes y limar asperezas. Parecía que la actual secretaria de Gobierno podía desempeñar ese rol y que era una de sus principales funciones. Hasta la fecha no lo ha logrado, ni parece que pueda hacerlo.
A diferencia de años atrás y con la inmediatez e interacción que producen las redes sociales, las desavenencias tienen menos oportunidades que pasen inadvertidas. Si no se resuelven a tiempo pueden debilitar tanto a quienes están ocupados en ellas que para cuando se den cuenta del tiempo, recursos y preferencia perdida ya será tarde y vendrá el 2023 para mostrar que la iniciativa y lo que quiere la gente no es una pelea de pares sino gestión para solucionar problemas. Entonces, vale que se pregunten ¿les conviene?
Chistecito de yapa
El papá piojo pasea con su hijo piojito por la cabeza de un pelado…
-Hijo, le dice con nostalgia, cuando yo tenía tu edad esto era un hermoso bosque…hermoso bosque