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11 de Diciembre de 2021
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El Horcón

El Horcón: La tolerancia el respeto como virtudes democráticas

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Nadie tiene la verdad ni la razón absoluta. La tolerancia y el respeto a los demás, la igualdad de todas las creencias y opiniones son una de las mayores virtudes de la democracia, esa que recuperamos hace 38 años.

 


Todo lo contrario, sucede con la intolerancia la cual conduce de una forma u otra al totalitarismo. De hecho, la tolerancia va aparejada a los derechos humanos, aquellos que nos permite pensar diferente y actuar en consecuencia, siempre en el marco de la ley.

 


En el marco de este precepto, en nuestra ciudad debemos seguir abogando por la tolerancia y el respeto, tal como no caracterizó siempre. El escrache no supone virtud moral, la tolerancia si; con ella se aceptad lo inevitable de las diferencias ya sea de opinión, visión, de política y otras tantas.  No hay verdad única y definitiva, la historia está llena de ejemplos.

 


Ser tolerante y respetar lo que piense el otro de ninguna manera significa renunciar a las convicciones personales y mucho menos va en desmedro en el compromiso social que de forma individual o de agrupaciones podemos asumir.

 


Los reclamos sociales y políticos se engrandecen en el marco del respeto a la opinión propia y ajena, que es, ni más ni menos, un ejercicio cabal de democracia. Es una virtud política que no podemos renunciar como sociedad por los estándares de convivencia que debemos preservar, donde ningún pensamiento o acuerdo tiene una aprobación lineal, sin matices. 

 


La democracia y su buen ejercicio hace que prevalezca la voluntad de las mayorías pero de ningún modo ello implica la intolerancia con el que piense distinto sobre un proyecto, una elección, una política; menos son aceptables los métodos violentos que no enaltecen un reclamo por más justo que sea. 

 


Tampoco la acción de unos pocos en nombre de movimientos sociales, genuinos y validos pueden alterar la convivencia que como sociedad hemos ganado.

 


Hay opiniones plurales, sea cual sea el tema que se trate, la aceptación con respeto es el camino social que suma a una causa, de ningún modo significa rescindir los principios y los logros ganados. Pero en el disenso y la comprensión del otro también hay altruismo y, sobre todo, aceptación en los derechos que asisten al que piensa diferente.

 


Las reglas generales que existen por ley, aseguran la necesaria coexistencia pacífica y democrática para todos. La convivencia entre vecinos, que siempre nos ha caracterizado, debe ser cuidada como virtud de coherencia social y política. Es un derecho concerniente al pluralismo ineludible de una sociedad justa y en crecimiento.

 


No todo vale.  La firmeza de principios aplicados con prudencia y flexibilidad enaltecen a los individuos y, por tanto, a la sociedad.

 

 

 

Chistecito de Yapa

 


Jaimito llega de la escuela y la mamá le pregunta:
-¿Cómo te fue hoy, Jaimito?
-Como en el Polo Norte, mamá…
-¿Y eso que quiere decir?
-¡Todo bajo cero!

 

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