Estoy un poquito harta de la gente queriendo hacer todo lo que no hizo en 12 meses en la última semana del año. Estoy un poquito harta de las frases falopa new age de autoayuda que nos hacen creer que una noche de comer y beber en exceso nos abre un nuevo comienzo. No es que no crea en lo ritual. Al contrario, soy una fanática de lo ritualístico. Tengo pasos a seguir hasta para sentarme a escribir una nota. Entiendo la necesidad humana de darle un cierre a los ciclos. Y me parece que la noche de año nuevo entendida desde ese lugar es super necesaria. Pero no puedo más con las publicaciones de instagram, las frases hechas, y la autoayuda falopa que nos hacen creer que mañana primero de enero cuando nos despertemos con resaca y ataque al hígado nuestra vida va a ser mejor.
No creo que exista una frase más falaz que la de “año nuevo, vida nueva”. Esa pequeña oración, que parece tan inocente, nos hace creer que con el simple hecho de empezar otro año nuestra vida es otra.
En primer lugar, para que haya un cambio, es necesario cambiar. Es cierto, la esperanza es necesaria. Pero, no alcanza con cerrar los ojos borracha después de la fiesta del 31. Los cambios llevan tiempo y requieren determinación. Para construirte otra vida, una vida nueva, lo que necesitas es tiempo y trabajo duro.
En segundo lugar, y creo que esto es lo que más me molesta de la fracesita new age, es que una vida nueva te anula la experiencia vivida hasta el momento. ¿Cuál hay si siempre hiciste todo mal? ¿Cuál hay si nunca incorporaste un hábito saludable? ¿Cuál hay si nunca lograste conseguir lo que te habías propuesto para un año nuevo? No necesitas una nueva vida para hacerlo. Necesitas volverte consciente de la vida que ya viviste. Esa que ya no querés más. Esa en la que no podés parar de fumar, en la que nunca pisaste un gimnasio, en la que procrastinaste ese emprendimiento o nunca renunciaste al trabajo que odias. Con esa vida que ya viviste, con esa parte de tu vida que ya te enseñó lo que sabés hasta ahora, desde ese lugar empezás este nuevo año.
Puede ser que hayamos vivido alguna vida antes, puede ser que vivamos otras después. Sinceramente, no lo sé. Lo que sí es que esta vida es una sola y es siempre la misma. Es un continuo errar y volver a empezar que no se termina con un fin de año. Así que este 2022 brindo por un año nuevo, pero la misma vida que me trajo hasta acá.
¡Feliz 2022!