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07 de Mayo de 2022
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Día del Taxista: Omar Silva y sus 20 años de servicio para la comunidad

Siempre en la parada de Sarmiento y San Martín, como dice él, el "tachero" es un oficio muy lindo.

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Por Karim Chelbi Camba

 

Esto empezó como "el día de..." y hoy retoma después de unas largas vacaciones. Quizás este sábado es un día como cualquiera, pero se conmemora el Día del Taxista y me pareció importante retomar el segmento con un homenaje a ellos. Porque todos alguna vez tomamos un taxi. 

 

Con anticipación y para que salga todo bien, le escribo a Omar Silva. Un contacto que me quedó por haberle hecho entrevistas a taxistas que comentaban varios problemas que tenían; con multas hasta por usar un gorro en invierno.

 

Nos sentamos en San Martín y Sarmiento, donde Silva, taxista y futbolero, trabaja hace unos de 20 años.

 

 

 

¿Cuándo arrancaste con el taxi?

 

Yo arranqué hace 18 o 20 años, aproximadamente. Es algo que probé de antemano. Yo tenía un trabajo en el Supermercado más grande de acá y fui probando en horarios que podía. Estaba de 21 a 24 o 01 en esta parada. Me gustó mucho el trabajo, el contacto con la gente lo disfruto. Me gusta hacer y es un oficio muy lindo el tachero. Tiene sus pro y sus contras, pero hay que aprovechar el laburo; atender bien a la gente y es algo recíproco. Cuando laburás bien, recibís cosas buenas.

 

¿Siempre en esta parada?

 

Siempre en esta parada. Me gustó está parada y dijé "con el tiempo quiero armarme una licencia en esta parada" y lo logré. Pude salir de mi otro laburo y con la plata pude comprarme mi licencia. Arranqué con un autito viejo, en esa época era durísimo tener un auto. Después, con el tiempo, trabajando día y noche que eran muy peligrosas y hoy también lo son. Yo probé el último sábado y estuvo bastante picante; pero lindo, uno lo disfruta y es un oficio que a mi me gusta.

 

¿Cuáles son los pro y las contras?

 

Hay cosas lindas. Laburar con los clientes que tenemos de añares y los viajes con el turismo son buenos y uno tiene contacto con gente que no es de acá y disfruta de nuestros paisajes. La pasas muy lindo. Las contras son en las noches, gente que anda enojada. Ahora no es solo el alcohol; anda gente violenta. El sábado salí a laburar porque había mucho trabajo y vi un grupo que se violentaba o se hacían los malos y tuvieron que llamar a la Policía. Eso pasa seguido de noche, por eso tratamos de que salga gente joven, que esté preparada. Uno también tiene que andar relajado, para saber cómo tratar al cliente. Los muchachos perdieron cuatro viajes el sábado a la noche; después quedás tenso para seguir laburando.

 

A nosotros no patearon la puerta el sábado. Habíamos dejado sin reja, porque salieron con viaje los muchachos. Llegan, no encuentran y es lógico, pero no es la forma. Si esperan vamos a llegar. Es normal, fue el Da del Trabajador y salió mucha gente. Se consume mucho alcohol y la gente vuelve mal y el taxi es el primero que recibe gente que sale a pelear y gente que sale buena onda.

 

¿Es difícil lidiar con las personas alcoholizadas?

 

Es bravo. Después tenés los vivos que te toman y no te pagan. Hay muchas cosas. Por ahí la gente no sabe lo que se vive adentro del taxi. El 98% es gente buena que necesita el servicio y tratamos de cumplirlo como mejor se puede. Nosotros somos los más indicados en mejorar el servicio y poner más gente a disposición del laburo.

 

¿Los años de la pandemia y sin colectivos en Esquel fueron buenos para ustedes?

 

Al principio de la pandemia, no, porque no se podía trabajar nada. Se acordarán que nos hicieron una nota en el Aeropuerto que no nos dejaban entrar y esos problemas tuvimos con el Municipio y la Policía en la Portada. Sin embargo, una agencia de remís laburaba. Fue duro, pero luchando como hacemos siempre pudimos meternos en el Aeropuerto y empezar a trabajar normal. No era mucha la gente que tomaba taxi. A raíz de eso fuimos al Municipio varias veces porque tenés que pagar todo y nosotros vivimos día a día. Si no hacés viajes, no tenés plata. Nosotros tenemos un grupo unido que vivimos del taxi y después están los choferes que viven del taxi; pero tenés gente jubilada, que tiene propiedades e invierte en el taxi, pero no es lo mismo que el tipo que al sufre y la vive todo el día para pelear el manguito. No podés prohibir y poner horarios porque buscamos la vuelta para subsistir en esto-

 

¿Es un trabajo sacrificado el taxista?

 

Sí, no es un trabajo pesado, pero tiene sus cosas.  En los viajes largos han pasado muchas cosas y siempre estás expuesto a los accidentes. Hoy en día está durísimo. Nuestra eterna pelea es cuando cambian los gobiernos que vienen con un sistema nuevo y nos exigen mucho. Nos pasan siempre, hace 20 años. Siempre tenemos algún problemita, pero la vamos remando.

 

¿Qué viajes largos has hecho?

 

Ahora me tocaron varios. Fui a Paso Samoré, que el hombre vivía en Futaleufú y tuvo que hacer todo el recorrido para entrar a Chile por Paso Samoré porque en Futaleufú no te dejaban entrar. Hicimos ese viaje y no sabés los protocolos. En Villa La Angostura me sellaron el auto y no podías ir al baño ni cargar nafta. Te custodiaban 10 kilómetros antes hasta que pasabas 10 kilómetros y ahí te dejaban. Así no tuvieras nafta, no te podías detener. Por ahí Bariloche no tenía tanto control, pero el resto era muchísimo control. Fui a Comodoro, Madryn, esos son los viaje más largos.

 

¿Recordás algún viaje en particular?

 

Me tocó salir para Madryn de urgencia con una nevada. Era un matrimonio galés y no nos entendíamos nada. Fuimos a pura seña. Con mucho cuidado a 40 por la nieve. Ponele que el viaje valía 48 o 50.000 pesos y esta gente estaba tan contenta que habíamos llegado y me dieron una propina que, en dólares, era igual al valor del viaje. No sabés cómo estaba; me quedé en Trelew en lo de mi hermana y volví re contento. Esas cosas suelen pasar.

 

¿El taxi es con lo que te mantenés vos y a tu familia?

 

Desde que arranqué el taxi, si.  Mis hijos ya son grandes, todos trabajan y todos estudiaron. Son muy buenos pibes. Creo que la casa tiene mucho que ver. A mi me gusta mucho el taxi y unir grupos. Yo tengo un club de fútbol en Veteranos y me gusta unir los grupos, hacer asado con los chicos. Tratar de unirse que el lo lindo de vida, no solamente del taxi.

 

¿Pueden convivir el mundo del taxi y el del fútbol?

 

Obviamente. Nos vamos organizando, pero no podés irte a jugar y dejar la parada sin taxi. Eso lo tenemos clarito y lo vamos organizando.

 

¿Llevaste a algún "famoso" que haya estado en Esquel?

 

Me tocó llevar a Los Pumas, que eran muy amigos del escribano del frente (Juan Cruz Lagos). Yo los tenía en El Gráfico y fue muy linda experiencia que los llevé a La Hoya una semana. Después hubo varios actores que siempre vienen y hacen viajes a Trevelin.

 

¿Pensaste en dejar el trabajo alguna vez?

 

Estuve a punto de soltar en una época que estábamos con todos los problemas con el Municipio y era hartante. Que te hagan multas por no estar un martes a la noche en la parada. Yo en esa época sufrí 14 multas, pero la sacamos adelante y logramos revertir eso con el turno nocturno que se hizo. Siempre tratando de dialogar y que entiendan nuestra postura. El taxi es un laburador más, que no hay que perseguirlo. Anda un montón de gente trucha trabajando, con aplicaciones. El Municipio debe centrar ahí su control y no en nosotros que trabajamos dignamente.

 

¿Hay de esos en Esquel?

 

Está lleno y los conocemos. Lo mas sorprendente es con el turismo. Los muchachos tienen identificados a todos. Lo hemos charlado en el municipio y ellos lo saben perfectamente. Según ellos, no pueden hacer nada pero ahí apuntamos.

 

Si fueras funcionario, ¿Qué medidas tomarías?

 

El taxi trabaja muy bien y se organiza muy bien. Lo que faltó acá y fallaron mucho el Concejo Deliberante y el Intendente con el colectivo. Eso repercute en nosotros, porque al no haber colectivo en horario pico después dicen "que mal los taxis que fallan" y no es así. Sabemos que los que toman el colectivo de lejos no tienen la plata para tomar un taxi todos los días. Esas serían mis medidas. Y en vez de colectivos, en los barrios altos, podrían hacer un sistema de vehículos más chicos como combis y traffic que puedan subir hasta donde vaya la gente. Nosotros llegamos hasta el últimos barrios en las tomas. Creo que a eso tienen que apuntar los gobiernos.

 

 

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