RED43 opinion
14 de Enero de 2023
opinion |
Rocío Paleari

Te escribo para poder extrañarte

Una nueva entrega de una serie de notas sobre las distintas formas que puede tener el amor (o el desamor).

Escuchar esta nota

Y no quiero escribirte porque no quiero dejarte ir. Pero, acá estoy con el lápiz recién afilado, desvelada, escribiendo tu nombre. Escribiendo tu nombre, tu cara, tu cuerpo. Escribiendo tu cuerpo sobre el mío y el mío sobre el tuyo. Escribiendo el amor que de alguna manera te di, el amor que de alguna manera me diste, el amor que nos dimos.

 

Todo lo que quiero es estar en tu casa escuchando el clack de una cerveza que se abre, dándole una seca a un cigarrillo que acabas de prender para mi, para vos, para los dos.

 

Todo lo que quiero es estar tirada en tu sillón viendo dibujitos , riéndonos, tocándonos con caricias que parecen que nunca van a acabar. Pero, no. Todo se termina. Y acá estoy, del otro lado del mundo, desvelada, escribiéndote en mi diario, sentada en mi cama vacía con sábanas limpias y perfume a vainilla.

 

Tu cama nunca estaba tendida, pero eso no era necesario para poder terminar enredados vos y yo. Entonces, te escribo. Te escribo para poder extrañarte. Te escribo para poder dejarte ir: a vos, a tus besos, a tus caricias, a tu sexo y a mis dedos recorriendo los tatuajes que se escondían debajo de tu remera. Entonces me doy cuenta que no es solo a vos a quién tengo que despedir: es a quién soy cuando estoy con vos. Los besos que te daba, los lugares donde te tocaba con mis manos, con mi piel, las risas que se me escapaban, las palabras de enojo y las lágrimas de despedida. Nunca me voy a volver a enojar con alguien como lo hacía con vos. Nunca voy a despedir a alguien como lo tuve que hacer con vos. Porque los otros son otros, y vos sos vos.

 

Me toca entender que ya no voy a volver a ser esa que soy cuando estoy con vos. Aunque las cervezas hagan clack, los cigarrillos se vuelvan a encender y me tire en sillones ajenos a mirar las nuevas temporadas de las series de dibujitos que tanto nos gustaban… Esos sillones nunca van a ser la nave que era el tuyo. Tal vez, si tengo suerte, serán otras birras, otros sillones, otros cigarrillos, otras personas, otros lugares y otros amores porque yo ya no soy la misma.

 

¿QUÉ TE PARECIÓ LA NOTA?
Ocurrió un error