red43-canal |

Tulipanes Patagonia: la verdadera historia del campo de Trevelin que deslumbra a todo el mundo

Juan Carlos Ledesma nos abrió las puertas para charlar de las tierras que una vez compró Iago Hughes y pasó de generación en generación hasta convertirse en un lugar soñado.

Escuchar esta nota

Por Karim Chelbi Camba

 

 

Hace 27 años, Juan Carlos Ledesma, de la cuarta generación de su familia, comenzó a trabajar las tierras que están ubicadas a 12 kilómetros de Trevelin. Todo empezó como un campo productivo hasta que, hace unos años, se convirtió en uno de los atractivos turísticos más imponentes del país.

 

 

 

En esta conversación, el propio Juan Carlos comentó cómo empezó todo esto que revolucionó al turismo en la región. "Comenzamos con la actividad productiva, básicamente con producción de bulbos. Lo exportamos, dejamos de hacerlo y quisimos convertir el negocio en el mercado interno. Intentamos sumar variedades para vender en el país. Hoy hay 30 variedades", dijo.

 

El campo tiene 2.800.000 tulipanes y eso impactó en los turistas que pasaban para sacar fotos. "Se empezaron a viralizar y arrancamos con esto. Hoy estamos transitando la octava temporada".

 

Ubicado a la vera de la Ruta Nacional 259, esas tierras fueron compradas por el bisabuelo de Juan Carlos: Iago Hughes. "Somos la cuarta generación. Mi bisabuelo compró este lugar para producir trigo en el momento que se estaba por inaugurar el Molino Andes. Los agricultores no se quisieron quedar afuera de ese negocio. La idea era poder producir y vender la producción. Después siguió mi abuela que ordeñaba vacas y hacía manteca para vender. Después llegamos nosotros y empezamos con esta actividad", contó Ledesma.

 

 

 

Todo el proceso fue de mucho aprendizaje. Incluso de manera internacional. Juan Carlos expresó que se fueron especializando de diversas formas. "Viajamos a Holanda. Contratamos técnicos holandeses para que vengan a capacitarnos acá. Estamos yendo una vez por año o traemos a alguien. De esa forma nos especializamos en este trabajo, que es la producción de tulipanes. Mientras tanto, nos vamos especializando en el otro negocio que es el turismo", indicó.

 

Para esta temporada, se inauguró una sala que tiene un video que dura 8 minutos, donde se da toda la información sobre el trabajo que se da antes y después de octubre. Los bulbos se plantan en otoño. Los brotes comienzan en agosto y para octubre están las primeras variedades. 

 

Por supuesto que todo lleva un trabajo de mantenimiento muy importante. Juan Carlos contó que abren de 9 a 19, pero fuera del horario hay que regar y hacer mantenimiento de cultivo.

 

Una imagen de los tulipanes y el cerro atrás, comenzó a recorrer el mundo y le dio un salto importante a la llegada del turismo. "Es difícil de imaginar una imagen. Empezó a transitar y podés soñar con lo que quieras, en cuanto al cultivo. Se venía venir, pero no podés ser adivino y decir que fue lo que soñé y logré. Es un camino que se transita de forma lenta, pero en este caso hay que caminar rápido. Después de la segunda temporada, dijimos que esto se venía grande. Es una gran alegría como trevelinense y trabajador de la tierra. Es un gran honor. Esta paleta de colores con el entorno que tenemos hizo que la foto pudiera llegar tan lejos", manifestó Juan Carlos.

 

 

"Es una satisfacción que dura un mes. La gente tiene inquietudes, sensaciones y problemas. Es un momento de crecimiento en cuanto a lo social"

 

 

 

 

El campo de tulipanes trae turismo de todas partes. "De Argentina, de punta a punta del país. De norte a sur y de este a oeste. También hay agencias que vienen con grupos de Paraguay, Uruguay y Brasil. También hay grupos de galeses que llegan en una semana y media. Tenemos público extranjero, también. Trevelin no está a la vuelta de Buenos Aires. Es difícil llegar, no es barato, no es rápido, así que agradezco especialmente a todos los visitantes que son los autores y que nos permiten seguir soñando", sostuvo.

 

El "boom" de Tulipanes fue el año anterior a la pandemia. "Esperábamos muchos visitantes, pero se cerró todo. Al año siguiente, no alcanzaron los lugares de Trevelin, Esquel. Hubo gente que se tuvo que ir a Corcovado, a Cholila. Vimos autos que venían con un colchón atrás", recordó sobre el éxito del campo.

 

 

 

También reconoció que las redes y los medios ayudaron a la difusión del campo de tulipanes. "Hubo una nota con Antonio Laje que iba a ser de 5 minutos y se transformaron en 20. Lo de Mario Markic; Susana Giménez mencionó el campo de tulipanes. No vino, pero tuvo interés en venir. Es entre todos que se logró llegar. Tulipanes, hoy, en lo promocional, tiene una vida propia. Ellos se promocionan solos, con su belleza, con el entorno. Nosotros solo tenemos que hacerlo lo más prolijo posible", expresó Ledesma.

 

Detrás de la imagen de Juan Carlos y de los Tulipanes, hay un grupo de trabajo muy importante. "Yo soy la cara visible, pero está Matías, mi hijo, a la par en todo. Mi esposa, compañera de vida, que está ayudando. Somos muchas personas, no somos 30, pero es un grupo lindo de trabajo. Siempre concebimos todo como emprendimiento familiar y queremos seguir de esa forma. Que se encuentren con mi hijo, conmigo, no queremos que sea de otra forma", reconoció.

 

Para Juan Carlos, el campo de Tulipanes "es todo". "Significa poder seguir soñando. Tengo muchas ideas en mi cabeza y proyectos para seguir realizando. Para eso, necesitamos que siga llegando la gente porque cada peso lo invertimos en el mismo proyecto. El año pasado inauguramos la casa de té y este año el centro de interpretación. Cada peso lo invertimos en las tierras de Iago Hugues", concluyó.

 

 

 

 

¿QUÉ TE PARECIÓ LA NOTA?
Ocurrió un error