YPF, que este lunes incrementó entre un 2% y un 3% sus precios para trasladar al surtidor la suba del costo de los biocombustibles, está a la espera de que, tras imponerse en las presidenciales del domingo, Sergio Massa autorice un incremento, con lo que los combustibles podrían aumentar a fin de reducir el atraso de los precios en surtidor, que ya supera un 40%. Se espera una definición para esta semana. El ala técnica del Ministerio de Economía, está a favor de permitir un incremento antes del balotaje. El aumento sería de hasta un 10 por ciento. Y ya hay faltantes (además de la zona cordillerana como informa Red43) en la zona del valle.
En la semana posterior a las PASO, el gobierno acordó con las petroleras un congelamiento del precio de los combustibles hasta el 31 de octubre. La aceleración de la inflación que se produjo desde entonces hizo crujir ese acuerdo y las empresas confían en que, ya superada la primera vuelta electoral, el gobierno les dé luz verde cuanto antes y los combustibles podrían aumentar sus precios. El ala energética del gobierno admite que el incremento en el surtidor no debería demorarse, porque el atraso acumulado en los últimos meses —que supera un 40% sin contemplar la falta de actualización de los impuestos— empieza a comprometer, cada vez con mayor nitidez, el abastecimiento del mercado interno de naftas y gasoil.
En el gobierno tienen claro que cualquier suba de precios genera malestar, pero una generalización del desabastecimiento podría ser todavía peor. Por eso los combustibles podrían volver a aumentar, pese a que la campaña electoral continúa. Otro de los motivos por los que podrían autorizar una suba de combustibles se explica por la delicada situación de la petrolera YPF. “Si no autorizamos una suba estamos afectando seriamente las finanzas de la compañía”, señaló una fuente oficial.