El diario El País, un prestigioso medio de España, publicó recientemente un artículo donde advierte las dificultades que atraviesa El Chaltén en torno a la contaminación, el riesgo de enfermedades y, precisamente, el turismo desmedido.
A pesar de que la villa ubicada en pleno Parque Nacional Los Glaciares es considerada uno de los pueblos más lindos para visitar -así publicó hace apenas semanas la prestigiosa guía turística Lonely Planet-, el artículo publicado en la web de El País, señala que no es un edén absoluto.
En el informe advierten que, detrás de la explosión turística, la creación de emprendimientos hoteleros y gastronómicos y la generación de puestos de trabajo se esconde el fuerte impacto que produce el turismo en el ambiente y la sobrecarga de la red cloacal y el tratamiento de los residuos, que ha derivado en la contaminación del Río de las Vueltas, que rodea a la ciudad, y pone en peligro al Fitz Roy.
Las primeras denuncias acerca del tema, indican, fueron realizadas entre 2020 y 2021. En ese momento, un informe elaborado por técnicos de Parques Nacionales echó luz sobre la presencia de Escherichia coli y salmonella en las aguas, al tiempo que surgieron interrogantes acerca del funcionamiento de la planta de tratamientos de líquidos cloacales, que no daba abasto debido a la sobrepoblación generada por el turismo.
A fines de 2023, un informe científico remitido al personal del Puesto Sanitario local confirmó la presencia de Escherichia coli, producto del desborde de la capacidad de la planta de tratamientos, lo que motivó a la comunidad a presentar una serie de denuncias y amparos ante la Justicia.
De acuerdo con relatos de vecinos, efluentes cloacales eran vertidos sin tratamiento directamente en el río,un hecho que fue ratificado por autoridades de Parques Nacionales.
“El informe indicaba no sólo que el río estaba contaminado, sino que la bacteria casi no responde a los antibióticos con los que habitualmente es tratada”, explicó Carolina Codó, médica del puesto sanitario de El Chaltén, que además es vecina de la zona desde hace 31 años.
El Chaltén no llega a 4.000 habitantes estables pero en temporada alta -de noviembre a marzo- recibe a 10.000 turistas por día, con la consecuente sobrecarga ambiental. El propio fallo que le dio la razón al reclamo de los vecinos asegura que la utilización de las bellezas naturales de la localidad como generador de recursos económicos para el sector privado “nunca puede desarrollarse en detrimento del ambiente”.
“El turismo masivo es destructivo, no es una industria limpia”, reflexiona Yamila Cachero, vecina de El Chaltén desde hace 25 años. Yamila es guía de montaña y propietaria de un emprendimiento de cabañas, y vio de cerca la transformación del pueblo idílico, al que se acercaban unos pocos escaladores y amantes del trekking, en una de las zonas más elegidas por el turismo local y extranjero que busca una conexión con la naturaleza.