Mientras en todo el país y otros lugares del mundo numerosos grupos de mujeres organizaban sus encuentros para marchar por el Día Internacional de la Mujer, en Burzaco un grupo de amigas se preparaba la mañana del sábado 8 de marzo para el baby shower de una de ellas.
Entre los mensajes y coordinaciones, notaron la inusual ausencia de Noelia Torres, quien no respondía a las llamadas ni a los mensajes.
Preocupadas, algunas se acercaron hasta su domicilio y la llamaron desde la vereda, sin obtener respuesta. En un primer momento pensaron que podría haber ido a correr, actividad que estaba realizando a diario, pero con el paso de las horas la inquietud creció.
Desde Brasil, una de las amigas que se encontraba de vacaciones siguió la situación a distancia y les sugirió buscar su juego de llaves del departamento de Noelia. Al intentar ingresar, notaron un detalle alarmante: las llaves estaban colocadas del lado de adentro de la puerta.
Ante la situación, las amigas decidieron llamar al 911. El llamado fue recibido por el personal del Comando de Patrullas de Almirante Brown. En un primer momento, la policía sugirió contactar a un cerrajero para poder ingresar a la propiedad, pero finalmente la intervención de los bomberos permitió el acceso al departamento, ubicado en las inmediaciones de Adolfo Alsina y Avenida Espora.
El descubrimiento del femicidio
Allí dentro, en la habitación donde Noelia dormía, la encontraron sin vida. Según las primeras pericias de la Policía Científica, el cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca en el rostro, ambas manos y el muslo izquierdo, lo que evidenciaba una brutal agresión y signos de defensa por parte de la víctima.
Los testimonios recogidos por personal de la Comisaría Segunda señalaron a su vecino, un joven de 20 años, como principal sospechoso. La Policía lo localizó sobre la Avenida Espora, donde advirtieron que presentaba manchas de sangre en las manos y lesiones en el rostro y el cuello. Ante esta situación, fue detenido de inmediato.
La previa
Según contó a este medio la mejor amiga de Noelia, el único conflicto previo con este vecino había sido por unos gatos que el joven tuvo en tránsito en noviembre de 2024, que solían ingresar al departamento de Noe y causaban molestias, situación por la que ella le había pedido en varias ocasiones que los controlara. Sin embargo, nada justificaba ni anticipaba el nivel de violencia con el que actuó esa madrugada tras varios meses de silencio.
Los hechos
Si bien aún se intenta reconstruir el hecho a partir del análisis de la escena del crimen, de interrogatorios al sospechoso y de la autopsia, se cree que el agresor ingresó al departamento de Noelia -por el mismo lugar que lo habían hecho sus gatos el año anterior- mientras ella dormía y la atacó con dos cuchillos de su propiedad.
Durante los operativos de requisa, la policía ingresó al domicilio del sospechoso e incautó sábanas y dos cuchillos con restos de sangre, los cuales se cree fueron utilizados en el ataque, y ropa interior de su víctima. Según fuentes cercanas a la víctima, los cuchillos ensangrentados fueron encontrados en la bacha de la vivienda del vecino.
La causa
Aunque el caso había sido inicialmente derivado a la UFI 2 (Unidad Fiscal de Investigaciones 2) descentralizada de Almirante Brown con la carátula de "homicidio agravado", se decidió trasladarlo a la UFI 12 de Lomas de Zamora, especializada en violencia de género y a cargo del fiscal Leonardo Kaszewki debido a que el crimen fue considerado un femicidio. .
Quién era Noe
Noelia A. Torres tenía 34 años y era radióloga. Había comenzado nuevos estudios con la ilusión de seguir creciendo profesionalmente. Una de sus amigas cuenta: “Llegó a ir a una sola clase. Noe era hija, tía, amiga, hermana, cuñada. Le gustaba correr, entrenábamos juntas y teníamos un viaje programado a fin de abril con amigos. Era muy espiritual y soñadora”.
Fuente: LMN