El intendente de El Hoyo, César Salamín, habló sobre los desafíos y la rutina de su gestión en una entrevista con Red43. Reconoció que el ejercicio del cargo tiene un ritmo intenso y que muchas veces la burocracia estatal dificulta avanzar al ritmo deseado.
“Se me pasa muy rápido el tiempo porque siempre soy de hacer, me gusta hacer cosas. Y siento que a veces el Estado, la burocracia, te va trabando en muchos sentidos”, expresó Salamín. A pesar de esas limitaciones, afirmó sentirse a gusto con el rol y remarcó: “No reniego para nada, me encanta la política y en ese sentido estoy bien, me siento bien”.
El mandatario también reflexionó sobre su trayectoria: fue concejal durante dos períodos antes de asumir como intendente, experiencia que —según dijo— le dio herramientas para afrontar con mayor solidez esta nueva responsabilidad. “He aprendido mucho y gracias a esa experiencia creo que se me hace bastante más fácil poder estar ocupando el cargo que ocupo”, sostuvo.
Consultado por su visión a futuro, Salamín señaló la necesidad de un crecimiento ordenado para El Hoyo. “Espero que sea un pueblo ordenado, que siga creciendo, pero sin grandes problemas. Que no se convierta en una ciudad llena de casas o edificios y después no tengamos servicios”, advirtió. Y agregó que su aspiración es que El Hoyo conserve su identidad y su calidad de vida, con infraestructura adecuada y espacios públicos cómodos.
Salamín insiste en que “hay muchísimas cosas por hacerse” y que su objetivo es “seguir trabajando para dejar una huella”.
O.P