Por pedido del fiscal del caso Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez, un hombre comenzó a ser juzgado por un tribunal colegiado por intentar matar a dos familiares prendiéndolas fuego, a raíz de una disputa por la sucesión de una vivienda.
Se trata de J.G.L y los delitos que Azar y Gutiérrez le atribuyeron son: tentativa de homicidio agravado por codicia en concurso ideal con tentativa de homicidio simple, ambos en carácter de autor.
La fiscalía intentará probar que el hecho fue cometido el 28 de agosto de 2024, entre las 17.20 y 18, en una vivienda ubicada en un barrio de Neuquén que, separados por una división, compartían dos grupos de personas: en una parte vivía el acusado; y en la otra, su hermana, con su grupo familiar.
Según la investigación, en horas previas al hecho el imputado provocó y amenazó de muerte a su hermana y al resto de las personas con las que ella convivía, por antiguas disputas respecto de la sucesión de la vivienda.
La discusión escaló hasta que, en un momento determinado, J.G.L atacó con un sacacorchos a uno de los varones, pareja de su sobrina, y le provocó una lesión en la zona del cuero cabelludo. Luego se dirigió al sector de la casa que él ocupaba y salió cargando un balde con algún tipo de combustible: roció a su hermana de 47 años y a su sobrina de 29 y, de forma inmediata, las prendió fuego, para luego volver a ingresar a su vivienda.
En aquel momento el marido de una de las víctimas relató que el hombre ya había intentado atacarlo a el también de la misma forma, rociándolo con nafta.
Ambas víctimas salvaron sus vidas gracias a la rápida intervención de sus cónyuges. Una de ellas, tiempo después del ataque falleció, pero de acuerdo con lo indicado por las pericias, su muerte no tuvo que ver con las quemaduras, sino con una enfermedad previa.
El fiscal del caso destacó que el ataque de J.G.L no fue un hecho aislado y que se dio en el contexto de la disputa por la sucesión de la vivienda tras una escalada de violencia.