Víctor Escobar vive en Paso de Indios y celebró su cumpleaños de 51 años corriendo. Corriendo 24 horas seguidas.
El ultramaratonista ha ganado en La Pampa y Mar del Plata, pero le faltaba celebrar con su propia tierra: "El festejo lo hago haciendo lo que me gusta, que es el atletismo. Yo soy cristiano evangélico y en mi oración Dios me puso que tenia que hacerlo acá en mi pueblo. Voy a cumplir 20 años corriendo y eso lo suelo celebrar en la Vuelta Al Paraíso".
Esta no fue la primera vez que corre tantas horas seguidas: "En 2023 fue mi primer 24 horas en La Pampa, donde gané la maratón".
Sin embargo, hay algo de antes y después en su historia: "En 2006, escuchando el tres ciudades de Gaiman a Rawson, decidí hacerlo".
"Yo no corría nada, yo fumaba, tomaba, y dejé todo por una decisión, corría 12 minutos y volvía a mi casa molido. En febrero de 2006 no sabía nada, no tenía entrenador, había una revista española donde yo tomaba algunos concejos", explicó Escobar, revisando esos primeros pasos a un presente que parece imposible.
La relación con futuros colegas del deporte lo incentivó al punto de ya seguir su propio camino: "bajé 15 kilos, hice 21 kilómetros, hay que estar entero, debuté en 42 kilómetros", contó, sin ponerse nervioso e incluso bromeando porque atletas más experimentados le decían que estaba loco. Con la fe y la convicción que encaró el deporte, encara hoy sus decisiones para compartirlas con la comunidad.
La próxima ultramaratón será en septiembre en La Pampa: "arranca un sábado y termina un domingo".
Mientras otros hacen otras cosas en esos días, para Víctor: "primero Dios, después el deporte donde uno se corre sus limites. Yo corría las gallinas en mi patio y me agitaba, ahora puedo correr un día entero".
SL