El jueves 31 de julio, cerca de las 16:30 horas, un procedimiento policial en una zona rural de Cushamen derivó en un violento enfrentamiento entre efectivos de la Comisaría local y dos hombres que habían sido detectados con un guanaco faenado y un arma de fuego sin autorización.
Todo comenzó cuando un ciudadano informó la presencia sospechosa de dos personas en un Peugeot 206 azul/gris que circulaba por caminos cercanos a Río Chico. Inmediatamente, una patrulla se dirigió al lugar y localizó el rodado frente a un establecimiento rural, a unos 15 o 20 kilómetros de la localidad de Esquel.
Al acercarse, los uniformados vieron salir a dos hombres desde una vivienda cercana, quienes intentaron obstruir la visión hacia el auto. Sin embargo, los efectivos ya habían observado un guanaco faenado dentro del vehículo. Ante esta situación, el Sargento Primero a cargo del operativo solicitó el permiso de caza y consultó cómo habían abatido al animal, recibiendo como respuesta que fue con un arma de fuego.
Uno de los individuos, identificado como W.F., ingresó a la vivienda y salió con un rifle, que dejó sobre el capot del auto. Ambos hombres se colocaron delante del arma para impedir su inspección, y al ser interrogados nuevamente, admitieron no contar con ningún tipo de autorización ni para la caza ni para portar armas.
Frente a esta infracción al artículo 189 bis del Código Penal, el personal les informó que serían trasladados a la comisaría y que, por protocolo de seguridad, se les realizaría un cacheo. Fue en ese momento cuando los sujetos se resistieron con violencia. Uno de ellos agredió al sargento, y el otro intervino para asistirlo, ambos tomando al efectivo del cuello e intentando quitarle su arma reglamentaria.
Gracias a la intervención de dos agentes mujeres, lograron liberar al sargento, que casi no podía respirar, y este se dirigió rápidamente al patrullero para buscar su escopeta. En ese instante, W.F. tomó nuevamente el rifle del capot y apuntó contra el sargento, quien dio la voz de alto y, al no acatarse la orden, disparó con munición no letal a las extremidades inferiores del agresor, que soltó el arma.
Lejos de calmarse la situación, ambos hombres volvieron a abalanzarse sobre el efectivo policial e intentaron arrebatarle tanto la escopeta como su arma reglamentaria. Gracias a los mecanismos de seguridad del armamento y la resistencia del efectivo, no lograron su objetivo. Una de las uniformadas disparó al aire para disuadirlos, lo que finalmente hizo que cesaran en su ataque.
Una vez controlada la situación, los agentes secuestraron el arma, esposaron a W.F. y lo trasladaron al hospital para su atención médica. Por orden del fiscal Nicolás Vasiliev, ambos individuos quedaron detenidos a la espera de la audiencia de control de detención. También se procedió al secuestro del vehículo para continuar con las diligencias judiciales.
R.G.