En el ranking de legisladores con más asesores en Tierra del Fuego, Damián "Loly" Löffler se lleva el primer puesto. Ahora, se revelan más contrataciones y vínculos detrás de los contratos que el legislador ha acumulado, muchos de ellos provenientes del propio Estado provincial.
Con el tiempo se reveló la abultada nómina de asesores del legislador Damián Löffler, quien encabeza el ranking de legisladores con más contrataciones en la Legislatura fueguina. Los vínculos familiares, favores políticos y designaciones a dedo están a la orden del día. Si bien faltan algunos nombres por confirmar, la lista llega a los 65. Y quedan cuatro más.
Uno de los nombres que más llama la atención es el de Bruno Sebastián Pani, hijo del vocal vitalicio del Tribunal Superior de Justicia, Hugo Pani, quien —como ya quedó denunciado— recibe un sueldo superior al del Presidente de la Nación Javier Milei y disfruta de múltiples beneficios a costa del erario público. Desayunos, asados y meriendas en conocidos comercios de la ciudad ¿Qué favor se cobró para que su hijo acceda al despacho de Löffler como asesor legislativo?
Otro caso es el de Fabiana Soledad Piana, vinculado al escándalo por designaciones irregulares en la obra social estatal OSEF. A pesar del revuelo por los correos electrónicos filtrados, terminó sumándose al numeroso equipo de asesores del legislador.
La lista incluye además, a los hermanos Ríos, protagonistas de un escándalo en el Polideportivo “Cochocho” Vargas en noviembre pasado. Tras aquel episodio, Loly los premio con un cargo de asesores, tanto a Adrián RIOS como a Adrián RIOS, encontraron lugar en la Legislatura. ¿Habrá sido aquello una opereta paga con un carguito?
Más llamativa aún es la gran cantidad de personas provenientes del Ministerio de Educación que figuran en el listado. La presencia de agentes activos del sistema educativo provincial en el equipo de asesores de Löffler pone en duda la transparencia y justificación de estas designaciones. También la cantidad de Personal de la Municipalidad de Río Grande.
Fuente: Crónicas Fueguinas