Una joven de 25 años que vivía en Salta llegó a Comodoro Rivadavia hace dos meses. Atravesaba una complicada situación en el norte argentino y le habían prometido un trabajo para poder mejorar su realidad. Sin embargo, la engañaron y vivió un infierno. La tuvieron encerrada en una casa del barrio Las Flores de Comodoro donde una mujer la obligaba a prostituirse. A las citas siempre iba acompañada de algún guardia. Según su relato, llegó a ver tres guardias diferentes.
El domingo se escapó y pasadas las 22 horas hubo un llamado a la Policía alertando sobre una joven lastimada en la calle Las Violetas. En su huida, la chica rodó abajo y cuando llegaron efectivos policiales dijo haberse caído del cerro. La acompañaba otro joven, al que presentó como su novio y que, se supo después, habría conocido en una de sus salidas permitidas, a las que siempre iba seguida de cerca por alguno de sus captores.
Fue trasladada al Hospital Regional y finalmente le contó al médico que la atendió la verdad de lo sucedido y que su caída no había sido solo un accidente si no que estaba huyendo. La mujer explicó que se escapó y era perseguida por un auto blanco, el mismo vehículo desde el cual la vigilaban de cerca en sus salidas permitidas.
El médico informó al personal policial lo que la joven le confió y si bien ella en principio no quería hablar con los efectivos, terminó haciéndolo y entonces se dio intervención a la Comisaría de la Mujer, que derivó el caso a Drogas Peligrosas y Leyes Especiales y desde esa división dieron intervención al Juzgado Federal de Comodoro. Como la jueza Eva Parcio no está en la zona fue subrogada por el juez esquelense Guido Otranto. Este último ordenó aguardar a que la chica recobre la lucidez para que sea llevada a la Comisaría de la Mujer.
Foto: Diario Crónica de Comodoro