Durante la década del '80, Virus irrumpió en la escena con un sonido influenciado por la new wave, que marcó un quiebre estético y musical en el rock nacional. Con chaquetas de cuero cortas, peinados prolijos y letras innovadoras, la banda liderada por Moura representó un salto hacia la modernidad, dejando atrás las solemnidades del rock progresivo.
Temas icónicos como “Wadu Wadu”, “Pronta Entrega”, “Amor Descartable”, “Una Luna de Miel en la Mano” e “Imágenes Paganas” llevaron a Virus a consagrarse como una de las agrupaciones más influyentes del rock latinoamericano y del synth pop, género en el que Moura brilló con originalidad.
En los últimos años de su vida, Federico luchó contra el sida con una admirable entereza. Incluso subió a los escenarios con más de 40 grados de fiebre, decidido a ofrecer lo mejor de sí hasta el final. Su hermano, Marcelo Moura, reveló en una entrevista que Federico sabía que no le quedaba mucho tiempo cuando compuso las canciones de “Superficies de Placer” (1987).
La frase “por los parlantes te iré a buscar”, del tema “Encuentro en el Río Musical”, fue su manera de despedirse del público, dejando claro que viviría por siempre en su música.
Federico Moura no solo reformuló el rol del frontman en el rock argentino, con una actitud más desprejuiciada y estética, sino que también democratizó el género, introduciendo el baile, el juego y la sensualidad como ejes principales. Mientras el rock tradicional permanecía atado a críticas sociales y letras solemnes, Moura invitó a disfrutar, romper esquemas y mirar hacia adelante.
A 36 años de su partida, su voz sigue resonando, recordándonos que la modernidad y el espíritu innovador siempre tienen un lugar en la música.
Las palabras finales del último recital de Moura: