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01 de Marzo de 2025
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Desde un castillo a una mansión en la Patagonia: cómo son las casas de la reina Máxima

La carismática y elegante soberana de los Países Bajos sorprende por los exclusivos y majestuosos lugares donde reside. Una propiedad histórica y un refugio patagónico con estilos arquitectónicos únicos. 

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Máxima Zorreguieta no solo es una de las figuras más carismáticas y elegantes de la realeza europea, sino que también sorprende por los exclusivos y majestuosos lugares en los que reside. Desde palacios históricos en los Países Bajos hasta su refugio en la Patagonia argentina, cada una de sus residencias refleja un aspecto de su vida privada y su conexión con distintas culturas.

 

Si bien la Reina de los Países Bajos tiene su residencia oficial en La Haya, también cuenta con otras propiedades de gran importancia, como el Palacio de Drakensteyn y la Estancia Pilpilcurá, esta última ubicada en el sur de Argentina. Estos espacios no solo destacan por su valor arquitectónico e histórico, sino también por ser escenarios donde Máxima puede combinar sus compromisos reales con momentos de descanso en familia.

 

Situado en la provincia de Utrecht, el Palacio de Drakensteyn es una de las joyas arquitectónicas más representativas de la familia real neerlandesa. Construido en el siglo XVII, este castillo rodeado de un foso y frondosos jardines ha sido un emblema de la monarquía durante generaciones.

 

Más allá de su imponente diseño, el lugar tiene un enorme valor sentimental para la realeza. Fue la residencia de la princesa Beatriz antes de convertirse en reina, y aún hoy es un sitio de gran relevancia familiar. Aunque ya no es la vivienda principal de los reyes, se utiliza para eventos privados y ocasiones especiales, manteniendo viva la historia de la Casa de Orange.

 

Ubicado en La Haya, el Palacio Huis ten Bosch es la residencia oficial de Máxima, el rey Guillermo y sus hijas. Este impresionante edificio, cuyo nombre significa “Casa en el Bosque”, se encuentra rodeado por una extensa vegetación que brinda un entorno tranquilo y exclusivo para la realeza.

 

Lejos del protocolo y la rigurosidad de la vida real en los Países Bajos, Máxima y su familia encontraron un escape perfecto en Argentina. Se trata de la Estancia Pilpilcurá, una mansión enclavada en la Patagonia, cerca de Bariloche Esta propiedad, que fusiona el estilo europeo con elementos autóctonos, se ha convertido en un refugio para la familia real. Construida con madera nativa y decorada con textiles artesanales de la región, la estancia se integra perfectamente en el entorno natural, ofreciendo un espacio de descanso y conexión con la naturaleza.

 

 

 

 

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