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06 de Mayo de 2025
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“La ley es necesaria, pero no mágica”: Jorge Criado y su mirada sobre la baja de edad de imputabilidad

“No se trata solo de bajar la edad: el Estado debe estar preparado para lo que viene”.

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Mientras el Congreso nacional retoma el debate sobre la baja de la edad de imputabilidad, el juez penal de Esquel, Dr. Jorge A. Criado, ofrece una mirada profunda y crítica sobre el proyecto de Régimen Penal Juvenil. La iniciativa propone que adolescentes de 14 años puedan ser penalmente responsables. En diálogo con Red43, Criado aportó contexto, experiencia y advertencias sobre los riesgos de simplificar una problemática compleja.

 

El magistrado comenzó destacando los cambios que ha vivido la sociedad en relación con la maduración de los jóvenes y la evolución del delito.
“Acá hay dos cuestiones. Lo relevante es que, en el transcurso de 50, 60 años, en el siglo pasado tenían un impacto en el proceso penal distinto a 20 años de esta época. Lo que ha pasado con el proceso de adecuación de las tecnologías, etcétera, y la manera en que la gente hoy se educa y madura, vamos a decirlo así, ha hecho una diferencia sustancial en lo que antes se tenían como reglas arraigadas”.

 


La ley vigente en Argentina, según Criado, quedó desactualizada frente a lo que sucede en la región.
“Antes los proyectos de ley que tardaban años de debate y ahí había leyes que duraban decenas de años en vigencia. En este caso en particular, lo importante es que las leyes son antiguas.

 


Son antiguas, aunque han tenido la ley 22.278 del régimen penal de la minoría, tuvo una reforma en la ley 22.283, en la ley del año 80, la originaria, y tenía un régimen de imputabilidad que, a los menores o adolescentes, como se lo llama también, de menos de 16 años eran impunes”.
Y agrega: “Argentina quedó un poco desactualizado del contexto latinoamericano y centroamericano. La gran mayoría tiene 14 años, como es Chile, por ejemplo, Colombia, Perú, los más cercanos, hay otros que tienen 13 años, Brasil y México tienen menos, 12 años, hay varios que han tenido, y esto tiene que ver con la evolución del delito.

 


La participación de menores en los delitos utilizados en este proceso para evitar la penalización, algunos organizados por mayores y otros por menores, porque hay gente que piensa que una persona que tiene 16 años, 14 años, 15 años, es todavía un niño y tiene otra mirada a la ley penal”.

 

Una respuesta al reclamo social

 


Criado reconoce que el debate legislativo surge como una reacción al aumento de delitos y al reclamo de la sociedad por mayor seguridad.
“La ley penal lo que busca es el resguardo de la sociedad. Ver cómo se lleva adelante la persecución del delito penal para evitar los problemas sociales de la violencia.
Los defensores de mantener una imputabilidad a los 16 años no dan una propuesta distinta. Lo que se va a tratar ahora es el resultado de un reclamo social en base a lo que ha sido en Argentina, la evolución del delito en los últimos años, y lo que, siendo de la justicia, tenemos un gran pesar que la gran mayoría piense que existe lo que el periodismo denomina, la puerta giratoria”.
Sin embargo, aclara:
“Si uno se adentra un poco en el proceso penal, se da cuenta que no es así, pero es la frase que más se utiliza”.

El juez es claro al describir algunos casos extremos que preocupan a la sociedad:
“Hay menores que salen y matan teniendo 13, 14 años, sin ningún tipo de remordimiento, digamos. Si bien la gente quiere la sanción de ese delito, debe resguardarse desde el ámbito de la justicia las instituciones donde pongamos a los menores, que tengan una especialidad”.

Infraestructura deficiente

 


Uno de los mayores desafíos, en caso de aprobarse la ley, será contar con instituciones adecuadas para alojar a los adolescentes imputables.
“Acá nosotros en Chubut tenemos los Centros de Educación Socioeducativos, que se denominan COSE, serían como las prisiones para los menores, digamos, esto va a meditar de parte de todos los poderes ejecutivos de todas las provincias de la nación, un mejoramiento si esto se llega a aprobar.
Si la imputabilidad se baja a los 14 años, vamos a tener que tener mejores instituciones, mejores instituciones de resguardo para los menores, en lo que son las medidas socioeducativas, en el cumplimiento de sus penas”.

 

Encarcelar no es resocializar

 


Criado recuerda que la finalidad del sistema penal juvenil no es solamente punitiva, sino también educativa.
“La cuestión constitucional acá, es resocializar, no es encarcelar, porque si vos encarcelás solamente, no estás cumpliendo con la demanda constitucional”.
Y advierte sobre el enfoque electoralista de algunos sectores políticos:
“Vos tenés que reprimir el delito, investigarlo, lograr una condena y luego resocializar a esa persona para que sea designada al medio libre, que pueda ser una persona, que pueda hacer una vida normal, vamos a decir, esa normalidad entre comillas, que siempre se destaca, ¿no es cierto? Pero eso es la idea constitucional.
El político de turno, habitualmente, porque no quiero generalizar tampoco, no me gusta que generalicen contra la justicia, no quiero generalizar tampoco, pero los políticos especialmente en la nueva campaña, solo ven la primera parte de esto, que hay muchos delitos, que hay muchos menores incursos en delito y que hay que reprimir. Bueno, eso es una parte sola”.

Riesgos del nuevo proyecto

 


Para Criado, si se aprueba tal como está, la nueva ley puede generar serios problemas operativos y estructurales.
“Si la edad de imputación baja y los delitos se amplían, como dice el proyecto de ley, yo estoy suponiendo que comprueben todo lo que dice el proyecto que pudimos conocer. Ahí vamos a tener un problema.
Vamos a tener un problema en la integración de los cuerpos técnicos especializados y en el área concretamente de los jueces nosotros tenemos una obligación legal de especializarnos... vamos a tener deficiencias si aumenta la penalización de los delitos con menores”.
Y concluye:
“Es bastante complicado, la gente simplifica como la primera parte, como que ya está hecha la ley y ya solucionamos el problema, y la ley, en este caso, este tipo de leyes, no solucionan ningún problema”.

“No hay soluciones mágicas”

 


El juez es concluyente al marcar que la ley no alcanza sin una implementación seria y con presupuesto:
“Para que la lucha contra el delito sea más efectiva está la ley. No hay soluciones mágicas en esto.
La segunda lucha va a ser la más importante, que es que luego de sancionar la ley, si así saliera, sean serios desde la política y propongan y lleven adelante todas las reformas que necesitamos para la resocialización”.

Sobre su posición personal, Criado no duda:
“En términos generales, yo estoy de acuerdo con la adecuación porque estamos retrasados años en Argentina en este tema, y la discusión pasa por la política, lamentablemente, no pasa por el Poder Judicial, ni pasa por las necesidades del proceso penal, pasa por la política.
Si me la preguntas, yo tengo una opinión formada, yo estoy de acuerdo con que hay que adecuar la edad de la imputabilidad conforme a la actualidad, como se producen los delitos de menores, pero también hay que exigir la segunda parte de la obligación estatal, que es luego proponer, asignar presupuestos y crearlos en las instituciones que necesitemos, edilicias y estructurales”.

 


Y finaliza con una reflexión sobre la responsabilidad política:
“No conozco a algún político, por lo menos en lo personal yo, que no tenga una buena intención en ese sentido, sobre todo cuando hay menores, pero la idea es no solo decirlo, sino realmente hacerlo desde la función que tenga cada uno con la incumbencia o importancia que tenga esa función”.

 

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