El 16 de junio se conmemora en Argentina el Día del Ingeniero, una fecha que remite al nacimiento de esta disciplina en el país.
La elección de esta jornada no es arbitraria: recuerda el 16 de junio de 1865, día en que se inició por primera vez la carrera de Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires, dentro del Departamento de Ciencias Exactas.
La creación de esta carrera fue impulsada por el entonces presidente Bartolomé Mitre y ejecutada por el rector Juan María Gutiérrez. El objetivo era formar profesionales capaces de responder a las crecientes necesidades de infraestructura, transporte, energía e industria que demandaba una nación en pleno proceso de organización y modernización.
El primer estudiante en recibir el título de ingeniero en Argentina fue Luis Augusto Huergo, quien se graduó en 1870. Huergo se convirtió en una figura relevante en la historia de la ingeniería argentina, con un legado que incluye importantes obras portuarias y de saneamiento.
Hoy en día, el 16 de junio se utiliza no solo para celebrar a los ingenieros en ejercicio, sino también para reflexionar sobre el rol fundamental que cumple esta profesión en el desarrollo del país y de la sociedad.
R.G.