Un asado entre amigos tomó un giro inesperado y trágico en la localidad de Loncopué, Neuquén, durante el fin de semana, cuando una simple reunión social se transformó en una escena de horror inimaginable. La víctima, Franco Daniel Ramírez (foto), quien era empleado en el Ente Provincial de Termas y era conocido por su carácter amigable, perdió la vida de manera abrupta.
La noche comenzó con un asado, una de las tradiciones argentinas más queridas, en el barrio 114 Viviendas. En medio de las risas y las bromas, un grupo de amigos se reunió alrededor de la parrilla y luego decidió jugar al truco, un popular juego de cartas que suele reavivar los ánimos competitivos. Sin embargo, la tensión de la competencia pasó a ser destructiva en un abrir y cerrar de ojos.
Laura Pizzipaulo, fiscal asignada al caso, relató los hechos que llevaron al suceso fatal. Según su explicación, la discusión por una mano del juego se intensificó a tal punto que uno de los participantes, completamente fuera de sí, tomó un cuchillo de 32 centímetros, en un acto de ira inconcebible, y apuñaló a Ramírez. A pesar de los intentos desesperados de los otros presentes por detener la agresión, el ataque fue letal.
La víctima de tan solo 25 años, según los reportes, no tuvo oportunidad alguna de sobrevivir al ataque. El examen forense ofrecerá los detalles finales acerca de la causa de la muerte, aunque se presume que la lesión fue extremadamente grave.
El desenlace violento generó una conmoción en la comunidad, no solo por la pérdida de una vida joven, sino también por el hecho de que el atacante huyó a su casa inicialmente sin mostrar ningún signo de remordimiento. Su entrega posterior a la policía, una señal de arrepentimiento, no alivia el dolor de la pérdida. Actualmente, se le ha formulado cargos por homicidio simple, y el juez Ignacio Pombo ha determinado que deberá enfrentar un período de prisión domiciliaria durante 30 días.