La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dispuso la prohibición de comercialización de tres marcas de aceite de oliva y una de azúcar en todo el territorio nacional, tras detectar irregularidades vinculadas a su producción, etiquetado y registros sanitarios. La decisión fue oficializada a través del Boletín Oficial en la madrugada.
Los productos alcanzados por la medida son los aceites de oliva “Los Ayllos” y “Olivares del Rey”, ambos provenientes de Córdoba, y “Valle de Tunuyán”, elaborado en Mendoza. También se prohibió el azúcar “Dulzura”, distribuido como “azúcar común tipo A” con origen declarado en Tucumán.
El caso de “Los Ayllos” motivó la disposición 5093/2025, luego de una denuncia presentada por un consumidor. ANMAT comprobó que la empresa declarada no existe, la planta de producción no está operativa y los registros sanitarios (RNE y RNPA) pertenecen a otros establecimientos. Por lo tanto, el organismo determinó que se trata de un producto sin trazabilidad y con etiquetado fraudulento, cuya venta queda prohibida tanto en comercios como en plataformas digitales.
Una situación similar se dio con “Olivares del Rey”, prohibido mediante la disposición 5095/2025. En este caso, el RNE impreso en el envase no existe y el RNPA corresponde a otro producto alimenticio. Además, la supuesta planta de fraccionamiento en Cruz del Eje no se encuentra habilitada ni coincide con los datos declarados por la marca.
En cuanto al aceite mendocino “Valle de Tunuyán”, la empresa Almazara S.A. denunció el uso indebido de su número de RNE. Tras las verificaciones del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), se determinó que el RNPA declarado tampoco tenía validez. Esto llevó a que se dicte la disposición 5096/2025, prohibiendo su comercialización.
Finalmente, el azúcar “Dulzura” quedó alcanzado por la disposición 5094/2025. También a raíz de una denuncia de un consumidor, la ANMAT descubrió que el producto estaba rotulado de forma engañosa y carecía de la documentación sanitaria exigida, por lo que se ordenó frenar su producción, fraccionamiento y venta.
Las cuatro resoluciones responden a la política de ANMAT de controlar el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria y proteger la salud de los consumidores frente a productos sin garantías sanitarias.
R.G.