El Horcón: Salud y Economía, los grandes retos

Los resultados que medirán el alcance de la cuarentena se verán -según especialistas de salud y voceros del gobierno- dentro de los próximos catorce días, pero, sin dudas, las medidas tomadas por el gobierno han sido acatadas, aprobadas y calificadas de positivas por expertos de salud y por la mayoría de los argentinos. El ejemplo de países que no han reaccionado a tiempo y las consecuencias que padecen, avalan las decisiones tomadas.

También por estos días se ha puesto en evidencia, más que nunca, la necesidad de informarse por los canales establecidos para evitar pánico, automedicación y acciones inadecuadas que no influyen en la eliminación o destrucción del virus y solo crean desconcierto y angustia, padecimiento no menor en esta situación atípica que estamos viviendo.

El aumento de casos que se han registrado en estos días, si bien estaba previsto, también responde al proceso de descentralización para detectar COVIC-19, que comenzó la semana pasada e hizo posible que se testeara a mayor número de población.

Aun con esta descentralización, se requiere mayor cantidad de test para determinar que las medidas tomadas infieren positivamente en que la curva de contagios se haya aplanado, principal objetivo de la medida de aislamiento tomada por el gobierno.

Muchas voces coinciden en afirmar que la cuarentena debe extenderse hasta mediados del mes de abril, de lo contrario podría aumentar el número de contagios de forma tal que suceda lo que se ha tratado de evitar: el colapso del sistema de salud.

Precisamente para responder de manera eficaz desde el sistema de salud ante la pandemia, se han tomado una serie de medidas encaminadas a aumentar el número de camas disponibles, así como los insumos necesarios que escasean en el mundo ya sean respiradores o tests para detectar el virus.

La otra cara, y no menos preocupante, es la situación económica del país que no podrá deslindarse de la evolución y control de la pandemia pues hay que garantizar la atención sanitaria de la población.

Si bien el gobierno -a la par de la cuarentena- ha tomado una serie de medidas para paliar la crisis económica, se sabe que son insuficientes y al extender el periodo de restricciones más allá del 31 de marzo -algo que casi seguro sucederá- se agrava el escenario de crisis precedente a esta pandemia mundial de la que somos parte.

Ya hoy es muy complicado el día a día para millones de argentinos que viven en la pobreza, hacinados o sin techo, impedidos de quedarse en casa, una realidad que precede al virus que hace pocas semanas tuvo su primer caso en el país.

A medida que se tengan datos fehacientes sobre si ha sido posible aplanar la curva de contagios y si el sistema de salud puede absorber a los que se enfermen, es el momento ideal -según los especialistas- para pensar y evaluar salir de la cuarentena teniendo en cuenta la situación particular de cada lugar del país y también la de los grupos de riesgo. Con este escenario se podrá determinar qué flexibilizar y qué no y quiénes seguirán con medidas restrictivas.

Ante la emisión monetaria que se va a intensificar en el país para afrontar el monto de las medidas tomadas y para la asistencia que demanda mantener el empleo sin que se derrumbe aún más, se está negociando con el FMI algún tipo de ingeniería financiera que de mayor maniobra al Banco Central para paliar la crisis.

Aún si esta gestión tiene resultado favorable, se avecinan tiempos para nuestro país que requieren de la convocatoria a especialistas económicos, de salud, de acción social y de la mejor política de la cual se ha carecido, por décadas, en Argentina.

Sin dudas es momento de acciones pensadas y sensatas, que no dan cabida a la improvisación. Es el tiempo de la mejor Argentina, esa que es solidaria, creativa y de grandes mujeres y hombres, donde prevalezca esa unidad que se ha mostrado para hacerle frente a la pandemia y que requiere encarar los retos económicos que acompañan a las demandas de salud, agravada por el COVID-19.

CHISTE DE YAPA

Una hermosa mujer se muda al barrio y le habla a su vecino:

-Vecino…tengo ganas de celebrar esta noche la llegada a mi nuevo hogar; quiero bailar, divertirme… ¿Usted está ocupado esta noche?

-Noooo ¡para nada! Estoy libre esta noche…

-¡Graciasss! ¿Me puede cuidar los niños?