Este lunes 17 de junio es feriado en Argentina y, la fecha, impacta en el calendario con un fin de semana largo que, además, se suma al del Día de la Bandera y aniversario del fallecimiento del general Manuel Belgrano. Pero, ¿sabemos a qué se debe?
Resulta que el 17 se conmemora el paso a la inmortalidad del general Martín Miguel de Güemes, un militar que tuvo un rol protagónico en nuestra independencia. En su provincia natal, Salta, llevó adelante una estrategia única, una guerra de guerrillas, que aseguró la retirada del ejército realista del territorio argentino.
Martín Miguel de Güemes nació en Salta, en una familia acomodada: su papá era funcionario de la corona y tenía un puesto recaudatorio en estas ciudades tan ricas del camino que comunicaba Lima con Buenos Aires. También provenía de una buena familia por parte de su madre, con muy buena posición económica.
Güemes adoptó una relación muy particular con esos criollos del contexto donde fue criado, la Salta colonial. En octubre de 1805, siendo cadete del regimiento fijo de Buenos Aires (con un cuartel en Salta), fue enviado a la capital del virreinato del Río de la Plata con cuatro aprendices de banda, quienes debían tomar clases de música. Ya en territorio porteño, al joven oficial salteño le tocó ser parte de uno de los episodios más conocidos de la Reconquista de Buenos Aires.
Un salteño en las Invasiones Inglesas
El mismo día de la Reconquista de Buenos Aires, el 12 de agosto de 1806, se produjo una gran bajante en el Río de la Plata. En Retiro quedó encallado un buque inglés. Y sucedió una cosa curiosa: fue asaltado por tropas de caballería, algo impensado. Y, en ese suceso, formó parte Martín Miguel de Güemes, quien se inscribe en la historia de las Invasiones Inglesas. Hacia 1808, el joven oficial regresó a Salta y se mantuvo ligado a las milicias.
Él forma parte de los sucesos pre revolucionarios y revolucionarios. Porque Salta está en el camino de las idas y vueltas. Entonces, toma parte en Suipacha, en esas primeras acciones de armas de las tropas patriotas en territorio alto peruano.
El aliado de San Martín para la liberación
A lo largo de los años, Güemes fue adquiriendo mayor prestigio como jefe militar, espontáneo, de los gauchos norteños, quienes eran muy bravos para la lucha, en particular en esas regiones.
La Quebrada del Humahuaca es un sitio muy particular: tiene 200 kilómetros de largo, a veces se estrecha a dos, y comunica la puna con la llanura. “Es un nudo, un cuello de botella.
Entonces, Güemes sirvió a órdenes del Ejército del Norte y transmitió su experiencia, en lo vinculado a las líneas de comunicaciones con el Alto Perú, al general José Francisco de San Martín.
El plan sanmartiniano establece que el Ejército de los Andes debía ir, a través de la Cordillera, hacia Chile para enfrentar el poder realista. Pero necesitaba de un gran aliado -que fue Güemes- para instalar un ‘tapón’ en la Quebrada con el objetivo de impedir que los realistas avancen desde la Puna hacia la llanura. La misión fundamental que recibió el salteño fue liderar a los paisanos, con conocimientos de la región y el terreno y que, además, eran veloces jinetes.
Esos liderazgos no son espontáneos. Martin Miguel de Güemes está atento a las circunstancias económicas y sociales. Le dice a sus gauchos que mientras sirvan con él, estarían sujetos a la justicia militar que él encarnaba. Tampoco pagarían alquiler ni arriendo del campo. Sus gauchos tienen devoción por él.
El final del líder norteño
El general Martín Miguel de Güemes murió a los 36 años, durante una emboscada en Salta, frente a la Catedral: La ciudad estaba ocupada por las tropas realistas y cuando él entró, siempre burlando a los cordones de centinelas, fue herido. Y, por las enfermedades que tenía, esas heridas no llegaron a cicatrizar y falleció 10 días después en la Quebrada de la Horqueta. Entonces, el mando fue heredado por Jorge Enrique Vidt, su segundo.
La muerte de Güemes se le ocultó a los realistas durante muchísimo tiempo. Ellos siguieron creyendo que combatían contra él.
Las razones para recordar a Güemes
Güemes trascendió la esfera local salteña para adquirir protagonismo en la escena nacional al ser parte activa de nuestra emancipación, período en el que se destacó por su coraje y patriotismo, cualidades que promovió entre sus gauchos.
Tal vez la historia lo receló un poco porque no fue una figura simpática. En Salta, aquellos individuos a los que él les quitó a los paisanos -para lanzarlos al combate- se dedicaban a la producción. A ello se suma que, los gauchos, ya no estaban obligados a pagar el alquiler de los campos ni respondían a la justicia ordinaria.
Fue una figura recelada pero que adquirió su justa dimensión como socio militar de Manuel Belgrano y de San Martín. De hecho, no hubiese sido posible la campaña de los Andes si, oportunamente, Güemes no detenía a los realistas en la Quebrada.