Élida Melín, una de las conductoras del comedor del barrio Chanico Navarro, dijo que lograron definir varias reuniones con el municipio para pedir colaboración.
En particular, se solicitó a Espacios Verdes un recorrido por el lugar, ya que la sede tiene el césped muy alto y esto incomoda, debido a la posibilidad de roedores.
El municipio prometió agrandar la cocina, poner la campana y extender la red de gas hasta el lugar. El comedor atiende a casi 50 familias, sin contar las viandas.
Debieron cortar brevemente las actividades por falta de alimentos, pero, en marzo, volverán a funcionar de lunes a sábado. También reciben donaciones de ropa, alimento y útiles escolares, que van repartiendo a quienes más lo necesitan.
Se intentará, además, retomar los talleres municipales, que se hacían anteriormente en la sede.