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09 de Abril de 2023
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Un joven con un gran amor e interés por nuestra historia

Luciano Medina, un joven de 20 años, decidió ocupar su tiempo durante la pandemia del 2020 en un proyecto que lo apasionaba: la construcción de una maqueta del ARA General Belgrano, un barco que participó en la Guerra de Malvinas en 1982.

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-Por Lelia Castro-

 

 

“En el contexto de pandemia de 2020, había que ocupar la cabeza en algo. Empecé el 2 de abril del 2020, tomando la iniciativa por ver películas y documentales que me llevó a interesarme más sobre el hecho y tomar una decisión de decir ‘podría hacer una maqueta, volcando mis estudios y conocimientos en general para poder realizar este trabajo”.

 

 

 

Medina, quien estudiaba electromecánica en la Escuela Politécnica, se interesó en la historia de Malvinas y decidió profundizar en ella. En su opinión, en el norte del país se inculca más el amor por la patria y por la historia argentina que en otras regiones, lo que lo motivó aún más a seguir adelante con su proyecto.

 

 

“En la Politécnica, tuve el primer contacto con esa idea: nos tocó dar una clase sobre qué significaba el 2 de abril. Al principio, desde muy chicos, todos conocemos lo que es el hecho en sí, qué es lo que pasó en esa fecha, hace cuánto, pero nunca de manera profunda e interesada”.

 

 

 

En 2° año comenzó a involucrarse más en el tema, leyendo, mirando documentales y entrevistas, interesándose cada vez más y profundizando sus conocimientos. Además buscaba fotos, planos y todo lo que lo ayudara en su proyecto.

 

 

“Irme interesando y cada vez esa idea me capturó más para poder conocer y poder seguir adelante con la idea de mostrar y exhibir al resto. Aprender y enseñar sobre lo que pasó hace 41 años”.

 

 

 

Durante la construcción de la maqueta, Medina tuvo la oportunidad de conocer a un tío de su madre que había sido veterano de guerra, lo que lo impulsó a seguir adelante con su proyecto. Tardó dos años en completar su obra, utilizando materiales como madera, cartón y enduido de pared, y logró exhibirla en varias ocasiones, incluso en la Rural durante el día de la Soberanía.

 

 

 

El amor por la historia y por los trenes lo llevó a asentarse en Esquel, Chubut, donde quedó impresionado con La Trochita, un famoso tren a vapor. Medina proviene de una familia con antecedentes ferroviarios, lo que lo llevó a interesarse en los trenes desde muy pequeño.

 

 

“Mi abuelo fue ferroviario un par de años, él arreglaba vagones, al igual que mis tíos, tenía un tío telegrafista, creo que tenía también un tío maquinista. Mi abuelo salió del ferrocarril y comenzó a ser carpintero, de ahí con su laburo me hacía juguetes de madera, todo desarrollado en el ambiente ferroviario. También el ambiente artístico me impulsó en esas cosas, cuando ya por la edad no podía realizar tantos trabajos en madera, empezó a pintar. Comencé a ver sus pinturas y me interesó empezar con eso”.

 

 

 

Lo que hizo que ya desde chico creara sus propios juguetes en madera, además de gustarle el dibujo en lápiz.

 

 

“Si bien es la primera maqueta más seria, en el sentido de que busqué planos y cosas, también he hecho modelos a escala en madera para divertirme cuando era chico, para hacer algo”.           

 

 

 

Al ser técnico electromecánico, en la escuela ha aprendido a manejar las máquinas, con materiales como madera y metal, lo que le permite hacer este tipo de maquetas y visualizar el trabajo en escala.

 

 

“El Ara San Juan estaría en unos 64 metros, el Ara Belgrano en la vida real estaría midiendo185 metros de largo. El que estoy realizando ahora es el Ara 25 de Mayo, que estaría midiendo 210 metros de largo. Las escalas que uso para las maquetas son 1:100, por lo tanto 1 metro de la vida real, está representado en un centímetro de la maqueta”.

 

 

 

La pasión por la historia y por su país, así como el amor por los trenes y la carpintería, llevaron a Luciano a crear una obra única y emotiva, que es un homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas y a todos aquellos que lucharon por la soberanía argentina.

 

 

“Hablando desde el punto de vista de la educación, la historia argentina es una historia muy linda y muy importante, que estaría bueno que todos le tomáramos seriedad como cualquier tipo de las historias mundiales en general. Capaz que fue caótica, pero es nuestra historia, y es muy importante apreciarla, estudiarla, aprenderla y poderla enfocar en un futuro mejor, para no repetir ciertas cosas del pasado y mirar con más claridad el futuro”.

 

 

 

Su sueño, casi como un legado familiar que tiene desde los 5 años, es estudiar para ferroviario, ser conductor o cualquier oficio dentro del ferrocarril.

 

 

“Lo estoy pensando para dentro de poco tiempo poder irme a estudiar y de ahí salir a trabajar de lo que quise”.

 

 

Nos cuenta que hace unos días, mientras caminaba con un amigo, hablaban sobre algo que le pasa desde chico, que va más allá de estudiar nuestra historia, de querer a nuestra patria, a nuestra tierra y respetarla, que es la emoción al punto de las lágrimas que siempre sintió al escuchar el himno nacional. Algo que quizás nos sucede a muchos argentinos al oír y cantar el Himno Nacional, que nos emociona hasta las entrañas cada estrofa del mismo.

 

 

 

Sin embargo, nota que en la actualidad hay muchos chicos que no saben algo tan importante y que nos identifica como argentinos como el himno y las marchas: “si podemos saber de memoria algún cuento o una historia, alguna película, no nos gasta nada de tiempo saber algo que realmente nos pertenece a todos los argentinos y nos une”.

 

 

 

“El himno empezaba, pasaba un ratito y se me empezaban a caer las lágrimas, porque veía alrededor algunos de mis compañeros algunos distraídos y otros expresando mucha emoción. Eso me generaba mucho, sentir emoción por ellos, por lo que estaba sucediendo, que es una unidad entre todos, de sentirnos unidos y sentirnos pertenecientes a nuestro suelo y a esta gran familia que es la Argentina, o puede ser una institución también”.

 

 

 

Como reflexión final, nos recalca en enfocarnos en todo esto, en estudiar nuestra historia, en quererla y compartir. Recuerda que en el momento en que Argentina ganó el mundial, estaba trabajando y todos se quedaron petrificados y luego se abrazaron, lo vió como un momento de unidad como argentinos, que estaría bueno que vaya más allá de un partido de fútbol.

 

 

“Que tengan aprecio por la historia de cada uno y por la historia de nuestro país, que siempre es enriquecedor poder sacar algo bueno de las historias. De las historias de cualquiera, puede ser de un veterano, de un amigo, la historia de su propia familia. Poder respetar la historia propia y la de los demás”.

 

 

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