Julio Galarza, un hombre de Puerto Madryn, fue capturado en Venezuela después de haber sido condenado a 9 años de prisión por abuso sexual infantil. Su detención se produjo tras una extensa búsqueda internacional que involucró la colaboración de Interpol y las autoridades argentinas.
La situación se complicó para Galarza cuando el Superior Tribunal de Justicia de Chubut ratificó su condena. Ante la sospecha de que el condenado había abandonado el país, la fiscalía de Puerto Madryn solicitó a la justicia la emisión de una orden de detención internacional. Esta solicitud fue autorizada y se comunicó a Interpol, que emitió la alerta roja necesaria para localizar y arrestar al prófugo.
La colaboración entre las agencias de seguridad de Argentina y Venezuela permitió llevar a cabo la detención. La alerta roja de Interpol facilitó la coordinación entre diferentes organismos de seguridad, permitiendo que la captura de Galarza se concretara en territorio venezolano.
O.P