Este viernes se publicará una nueva resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) que marcará un cambio significativo en la política sanitaria de la Patagonia: se autorizará el traslado de determinados cortes cárnicos con hueso desde otras regiones del país. La autorización incluirá únicamente piezas con huesos planos, como asado, costillar y esternón, y estará sujeta al cumplimiento de determinados protocolos sanitarios.
La iniciativa representa una modificación parcial de una restricción vigente desde 2002, año en que la Patagonia fue reconocida como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. Hasta ahora, esa condición sanitaria había impedido el ingreso de carne con hueso desde otras zonas del país, incluso aquellas avaladas internacionalmente por sus niveles de control sanitario.
Sólo se permitirá carne fresca y refrigerada, con cortes específicos. No se autorizará el ingreso de productos como osobuco o lomo con hueso, ni tampoco de carne congelada, medias reses o animales enteros.
Para ser admitidos en el mercado patagónico, los cortes deberán cumplir con múltiples requisitos técnicos y documentales, como: procedencia de animales nacidos, criados y faenados en zonas libres de aftosa con vacunación; faena bajo inspección veterinaria; regulación del pH y maduración adecuada de la carne; envasado en empaques aprobados; transporte en vehículos certificados bajo condiciones de bioseguridad; y trazabilidad total, tanto documental como física, desde el origen hasta el punto de venta
La medida será aplicada en todo el territorio patagónico, incluyendo las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido bonaerense de Patagones. Los cortes autorizados estarán destinados exclusivamente al consumo interno dentro de la región y no podrán ser trasladados fuera de sus límites.
Previo a su implementación, la resolución fue consultada con autoridades sanitarias de la Unión Europea y de Chile, que no manifestaron objeciones. Esto allanó el camino para la aprobación de la medida. Sin embargo, el anuncio provocó un fuerte rechazo entre representantes del sector ganadero patagónico. Distintas asociaciones rurales han advertido que esta decisión podría erosionar la ventaja sanitaria que distingue a la Patagonia de otros mercados, y afectar la competitividad de la producción regional. Desde el Gobierno aseguran que la decisión no compromete el estatus sanitario de la zona, ya que responde a criterios técnicos y se aplicará en forma controlada y excepcional.
R.G.