El Viejo Expreso Patagónico hizo sonar su silbato una vez más en el día de hoy.
Y con vagones llenos. Formación completa desde la estación hasta Nahuel Pan, saliendo a las diez de la mañana como es habitual, y volviendo a la una.
Recorriendo desde sus rieles el arroyo Esquel, ladeando los riscos entre liebres, aves y animales de campo que podes divisar si te perdés en el paisaje, así como claro, la vegetación y la historia local que se revela en las charlas de las guías turísticas y la guitarra de Eduardo Paillacán.
El sub gerente de la formación, Miguel Sepúlveda, había anticipado que las reservas vienen completas, incluso sumando salidas extras cuando se requiere en el horario de la tarde.
Y pese a lo extraño de la falta de nieve y el clima cálido para los vecinos, para el turista sigue siendo todo un mundo por descubrir y despejar sus mentes de otros problemas que aquí, no tenemos.
SL