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10 de Enero de 2023
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Juicio por el crimen de Sosa: los celulares y el calzado de los imputados, las claves del día

El muchacho asesinado tenía una impronta de al menos 6 centímetros por 2 en la parte izquierda del mentón, producto de una patada, y la lesión era compatible con la zapatilla que usaba Máximo Thomsen, según explicó la perito.

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El contenido de los teléfonos fue una de las claves de la jornada de este martes en el juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa, que se desarrolla ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores. Así, diversos expertos que trabajaron en la investigación revelaron conversaciones de WhatsApp tomadas de las pericias a los celulares incautados en la redada del 18 de enero de 2020, donde los acusados fueron detenidos por la Policía Bonaerense, cinco horas después del asesinato frente a la disco Le Brique.

 

 

Los audios son, para la querella y para la fiscalía, pruebas altamente incriminatorias que revelan el cinismo de los acusados. Muchas de las conversaciones ya eran conocidas para quienes tuvieron acceso al expediente. Otras, en cambio, se volvieron una revelación.

 

 

El teléfono de Blas Cinalli contenía los audios que ilustran esta nota, a los que accedió Infobae“Nos sacaron todos los patovicas, lo recagamos a palos mal”, dijo a un interlocutor: “Nos agarraron del cuello, nos sacó la Policía, pero ganamos igual”.

 

 

Luego, siguió: “Ey, amigo, ni bien llegamos mandame, vamos a estar en la casa con Lucas y Ayrton”, en referencia a Pertossi y Viollaz. “Posta, posta, estamos llegando a McDonald’s, vamos de vuelta al centro a ver qué onda, capaz que los cruzamos”, le pidió.

 

 

Y siguió, con la voz agitada: “Mandame posta, estamos corriendo para que no nos vean”. Para culminar con un “mandame cuando llegues, posta turro, allá en la casa tenemos que estar”.

 

 

Blas Cinalli, de chomba blanca con cuello gris (Ezequiel Acuña)

 

 

 

Durante la audiencia de este martes fue clave el trabajo del instructor fiscal Javier Pablo Laborde -que analizó los teléfonos de los acusados por el crimen de Báez Sosa-. Durante su exposición, que había comenzado el lunes con la reconstrucción en base a diversos videos, en esta sexta jornada se dedicó a los chats de los celulares de los imputados.

 

 

Sobre el teléfono del Cinalli habló de un grupo de “El club del Azote”, integrado por 13 personas de Zárate, entre las cuales estaba el imputado, quien a las 5.08 de ese 18 de enero de 2020 refirió lo siguiente: “Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos. Nos vamos al centro a premiar”.

 

 

Alguno de los integrantes del chat le contestó: “Representá a Zárate, guacho”. Cinalli se jactó: “Había un rubio que estaba agarrado a mi tobillo”. Esta frase se conecta con el testimonio de Tomás D’Alessandro, un amigo de Fernando que refirió en su testimonio que le agarró los tobillos a uno de los agresores.

 

 

“Amigo, flasheamos. Creo que matamos a uno, todo Gesell está diciendo eso”, fue uno de los textos más fuertes que se revelaron del celular del rugbier y que fue enviado a las 5.15 del 18 de enero de 2020. Su interlocutor le contestó: “Los demoledores”.

 

 

Luego, a las 6.47 am alguien le preguntó: “¿Qué onda Blas, se dieron masa?”. Cinalli contestó: “Dos convulsionaron, a uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales”. Minutos después detalló: “Le dimos murra a uno con ‘el perto’, lo recargamos a palos, pero mal. Vinimos corriendo a casa”.

 

 

“Estás mamado, ¿amigo?”, le replicó alguien.

 

“Sí, amigo, desde la tarde”, contestó.

 

 

Además, en otro mensaje a un contacto no vinculado a la causa, expresó tras el asesinato: “Nos vamos a la playa. Previa en casa, vienen todas las gatas”. “Yo sólo quiero tomar vino y fumar flores”, agregó luego.

 

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