Un hombre de nacionalidad china asesinó al dueño del restaurante “Zhong Hua” donde trabajaba, ubicado en la esquina de 25 de Mayo y San Martín. También le quitó la vida al hijo de 4 años de su víctima. El hecho ocurrió el 5 de noviembre de 2003
El sonado caso se inscribe en el único a la fecha en la Cordillera chubutense que tiene como protagonista a un hombre asiático: Wang Yu Liang, quien cumple prisión “perpetua y perpetua con reclusión por tiempo indeterminado”, acusado por “doble homicidio agravado por conexión con otro delito y robo simple” perpetrado contra quien era su empleador y de la misma nacionalidad.
El hombre se encuentra alojado en la Unidad 14 de Esquel y recién en noviembre de este año podría obtener la libertad condicional. Pero antes, en 2018, tenía la posibilidad de tramitar salidas transitorias.
El hecho ocurrió el 5 de noviembre de 2003 en el restaurante chino Zhong Hua. La víctima se trataba de Fun Yun Hua, dueño del restaurante chino que contaba con gran concurrencia debido a que era el único comedor asiático de la ciudad cordillerana. Aunque también había gente que evitaba asistir por diversos motivos, muchos de ellos relacionados con mitos en torno a la gastronomía asiática.
Wang YuLiang era un empleado del local de su connacional, que había apostado con su esposa Zhang Lianhong a un emprendimiento en la cordiller de Chubut. Incluso en los fondos del negocio tenían la casa en la que vivían, y el homicida disponía de una habitación.
Crímenes y robos
En el expediente el doble homicida figura como Yulian Wang, o Tulián Wang, o Yaliang Warg, aunque más allá de estas identidades, en la Unidad 14 donde purga la condena de “prisión perpetua con reclusión por tiempo indeterminado”, acusado por “doble homicidio agravado por conexión con otro delito y robo simple”, es llamado por su alias: “Antonio”.
El 10 de octubre de 2005 fue condenado como autor de los asesinatos. En el juicio, el chino estuvo asistido por el defensor oficial Eduardo Marsal, y se tuvo probado que la muerte de Fu YanHua se produjo con el propósito de facilitar y consumar otro delito, como fue el apoderamiento ilegítimo de las sumas de 100.000 pesos; 30.000 dólares, y dinero chileno en cantidad no determinada.
El abogado Gustavo Difiori, asesor de la querellante Zhang Lianhong, esposa del hombre asesinado, narró que la muerte de las víctimas ocurrió en horas de la mañana del 5 de noviembre de 2003, entre las 8:30 y las 10, cuando la víctima, “Tafu”, recién se había levantado para iniciar las tareas diarias, incluidas las que realizaba su mujer ausente en ese momento.
Precisó que el ataque se dio en el depósito del restaurante con un elemento contundente y de importante maza con el que le produjo cinco lesiones mortales, y otras en zona malar y en una mano, emprendiendo la golpiza primero en el suelo, para luego golpearle la cabeza contra la pared. Después se dirigió a la habitación donde dormía el menor de 4 años, a quien le quitó la vida con dos golpes certeros en la cabeza.
Luego de las muertes, el homicida inició la búsqueda del dinero, encontrando importantes montos en pesos, dólares y moneda chilena, además de un cuchillo. Su autoría sería probada de manera contundente, por cuanto la policía cuando llegó al lugar no encontró cerraduras ni aberturas violentadas.
Luego de los asesinatos, el hombre asiático decidió comprarse un reloj, portando un maletín que pertenecía a la víctima, el cual cambió por un portafolio en el que introdujo el dinero robado, no sin antes violentar el mencionado maletín al no saber la clave para abrirlo.
Viajes y diversión
En un taxi, Wang YuLiang se trasladó a San Carlos de Bariloche y fue al casino a divertirse. Esta situación se constató a través de videos enviados al Tribunal de enjuiciamiento por la propia casa de juegos. Y como disponía de efectivo, giró una cifra a su hijo radicado en China, de alrededor de 22.000 dólares.
Al día siguiente del hecho, arribó a Capital Federal y se alojó en un hotel. Como era fin de semana, esperó el lunes para iniciar trámites en la Embajada de China, con la idea fija de salir del país. Allí le informaron que debía esperar algunas horas para tener la documentación solicitada.
Wang Yu Liang se retiró de la Embajada y a poco de andar fue interceptado por siete u ocho civiles que le mostraron sus armas, se presentaron como integrantes de la Policía Federal y lo llevaron a una comisaría, de donde al cabo de una semana lo trasladaron a Esquel para afrontar el juicio y dictado de condena por parte de la Cámara del Crimen, que en ese entonces integraron los jueces Teresa Landa de Caveri, Cristina Jones y Víctor Sarquís. Le dictaron “prisión perpetua con reclusión por tiempo indeterminado, inhabilitación absoluta y costas”.
El 4 de octubre de 2012, se llevó a cabo una audiencia en la Oficina Judicial de Esquel, en la que se dejó por aprobado el cómputo de la pena. Wang YuLiang fue condenado el 10 de octubre de 2005, con fecha de detención el 10 de noviembre de 2003.
Los 20 años de reclusión se cumplen el 10 de noviembre de este 2023, y las salidas transitorias serían al cumplir los 15 años de la sentencia, es decir a partir del 10 de noviembre de 2018. Y la libertad condicional se le podría dar el 10 de noviembre de 2023. Nunca se supo si pidió salidas transitorias, y de haber sido así si lo autorizaron desde los Tribunales.
Dicen que el chino es algo callado, de buena conducta, y tal vez esté afectado al área de la cocina, por sus conocimientos en la materia. Durante los primeros tiempos de su prisión era visitado por una mujer, de acuerdo con lo que se ha podido determinar. Si hay más secretos, se conocerán quizás en los próximos meses. El expediente estaría a cargo del juez penal Ricardo Rolón.
Fuente: Jornada