La provincia de Córdoba enfrenta un escenario complejo y devastador debido a la combinación de incendios forestales y movimientos sísmicos registrados en las últimas horas. Desde hace semanas, el fuego ha consumido vastas áreas de vegetación, afectando a comunidades y poniendo en riesgo vidas y bienes, mientras que en menos de 48 horas se reportaron cuatro sismos, aumentando la preocupación entre la población.
Incendios forestales
Las temperaturas extremas son uno de los factores principales que alimentan los incendios en Córdoba. Este lunes, la provincia vivió una jornada de calor extremo con una máxima de 40°C, lo que incrementó el riesgo de que nuevos focos de incendio surgieran en las zonas ya afectadas. Sin embargo, para el martes, el pronóstico indica un marcado descenso en la temperatura, con máximas esperadas de 26°C, lo cual es un alivio para bomberos y brigadistas, ya que facilitará las tareas de control del fuego.
El último reporte del Gobierno provincial indica que el foco en la Quebrada de la Mermela sigue activo, una zona de difícil acceso que requirió la intervención de más de 150 bomberos voluntarios durante toda la noche. “La topografía es muy complicada, lo que dificulta el avance del personal en la zona”, informaron las autoridades.
Durante la jornada, brigadistas del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC), el Plan Provincial y el Plan Nacional de Manejo del Fuego, además de 3 aviones hidrantes y 3 helicópteros, combatieron las llamas.
Sismos: cuatro movimientos en menos de 48 horas
Mientras los incendios continúan, Córdoba fue sacudida por una serie de sismos en apenas dos días. Según datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), el domingo 29 de septiembre se registraron dos movimientos telúricos, el primero con una magnitud de 2.9 en la mañana, seguido por otro de 3.2 durante la noche, siendo este el más fuerte.
La situación no terminó allí. Durante la madrugada del lunes 30 de septiembre, un nuevo temblor de 2.6 sacudió el suelo cordobés, y otro más ocurrió en la tarde-noche, con una magnitud de 3.1. Afortunadamente, en todos los casos el INPRES los catalogó como sismos de intensidad "débil" o "muy débil", señalando que solo fueron percibidos por personas en reposo o dentro de edificios, sin causar daños materiales.
La combinación de estos eventos obliga a las autoridades locales y provinciales a redoblar esfuerzos y mantener a la población informada sobre los avances en el control del fuego y la estabilidad sísmica.
O.P