Cada 11 de diciembre, el mundo celebra el Día Internacional de las Montañas, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 2003.
Este día tiene como objetivo destacar la importancia de las montañas para la vida humana, así como su creciente vulnerabilidad frente al cambio climático. En especial, las montañas se convirtieron en uno de los primeros indicadores de los efectos del calentamiento global, con el deshielo de los glaciares que pone en riesgo los recursos hídricos de millones de personas.
En este contexto, la provincia de Chubut, se presenta como un verdadero paraíso montañoso que, a su vez, enfrenta los desafíos derivados del cambio climático. Con sus imponentes picos y parques nacionales, Chubut ofrece un refugio natural, pero también muestra la fragilidad de sus ecosistemas montañosos frente al calentamiento global.
Las montañas de Chubut
Chubut, en el corazón de la Patagonia, alberga algunas de las montañas más desafiantes de la región, tanto para los amantes del trekking como para los escaladores experimentados.
En el Parque Nacional Los Alerces, las montañas se imponen como un atractivo de alta dificultad para los escaladores. Este Parque no solo es conocido por su emblemático alerzal milenario, uno de los bosques más antiguos del planeta, sino que también cuenta con varios picos que atraen a los montañistas más experimentados. Entre ellos se destacan el Cerro El Dedal (1.916 m), el Cerro La Torta (2.190 m), y el Cerro Alto El Petiso (1.930 m), que ofrecen rutas desafiantes y paisajes indescriptibles. Los trekkers también pueden disfrutar de rutas más accesibles, como la del glaciar Torrecillas, un atractivo ideal para los principiantes en la escalada y el trekking.
En el Parque Nacional Lago Puelo, en tanto, se encuentra uno de los picos más altos de la provincia, el Cerro Tres Picos, que se erige como un desafío para los andinistas locales e internacionales. A tan solo 200 metros sobre el nivel del mar, este Parque presenta una gran diversidad de paisajes cordilleranos y es un testimonio de la majestuosidad de la cordillera andina. Sin embargo, el calentamiento global afecta tanto los glaciares como la biodiversidad de esta zona, lo que subraya la urgencia de su conservación.
El deshielo de los glaciares
El aumento de las temperaturas globales no solo afecta la práctica de deportes en la montaña, sino que también tiene consecuencias directas sobre los ecosistemas patagónicos.
Los glaciares de la región, como los que se encuentran en los Parques Nacionales Lanín, Los Alerces y Los Glaciares, están experimentando un retroceso acelerado. Este deshielo está alterando los suministros de agua dulce, esenciales para las comunidades y la fauna local.
La Patagonia y el cambio climático
Las montañas de la Patagonia, fueron históricamente un atractivo para los montañistas de todo el mundo. Picos como el Cerro Chaltén (Fitz Roy) y el Cerro Torre, situados en el Parque Nacional Los Glaciares (provincia de Santa Cruz), son considerados desafíos mundiales por su dificultad. Sin embargo, enfrentarse a estos imponentes picos no es tarea fácil. Las tormentas, las ráfagas de viento y los aludes son constantes durante las expediciones, lo que hace de cada ascenso una experiencia intensa.
Pero, más allá de los desafíos para los montañistas, el calentamiento global amenaza con transformar radicalmente el paisaje de estas montañas. El deshielo de los glaciares y la alteración de los ecosistemas son una señal clara de los efectos del cambio climático, que también afectan a las comunidades locales y a las especies autóctonas.
Conservar las montañas
En el Día Internacional de las Montañas, es fundamental reflexionar sobre el impacto que el cambio climático está teniendo en estos imponentes paisajes, pero también sobre la importancia de conservarlos para las futuras generaciones.
Las montañas no solo son un lugar de belleza y desafío para los deportistas, sino que también son una fuente vital de recursos naturales, como el agua, y un refugio para la biodiversidad.
O.P