Desde la llegada de Milei al poder, los precios de los combustibles experimentaron un incremento notable, llegando incluso a duplicarse en algunos casos. Este aumento coincidió con una disminución del 17% en las ventas, según datos proporcionados por Cecha, la Cámara que representa a los estacioneros.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) calculó que, tomando como referencia el valor actual de la nafta súper en la Ciudad Autónoma, este incremento llevaría el precio del litro de $837 a $907.
El aumento se justifica como consecuencia directa de la subida en el impuesto a los combustibles, la cual fue negociada entre el Gobierno y la industria petrolera. Esta medida impositiva había sido postergada en octubre de 2023 por el entonces ministro Sergio Massa.
O.P