A través de un juicio abreviado, el Equipo de Género de la Fiscalía logró una sentencia contra un padre que utilizó la violencia física como método de castigo. El caso resalta la importancia de proteger los derechos de las infancias frente al maltrato.
El imputado fue hallado culpable de agredir físicamente a su hija de tan solo 6 años de edad, golpeándola con una varilla y patadas en el cuerpo. La resolución fue posible gracias al trabajo del Equipo de Género de la Fiscalía, que actuó con celeridad para proteger a la víctima y sancionar la conducta violenta.
El hecho ocurrió entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2024. Según se pudo comprobar en la investigación, la agresión tuvo lugar dentro del domicilio familiar mientras el hombre se encontraba a cargo del cuidado de la niña.
Los hechos
De acuerdo con lo expuesto por la Fiscalía, el episodio se desencadenó cuando el imputado se enojó con su hija. En lugar de resolver la situación mediante el diálogo o la contención, el adulto reaccionó con violencia física.
Una respuesta judicial rápida
El caso se resolvió mediante la modalidad de juicio abreviado. Este mecanismo permite dictar sentencia de manera más ágil cuando el acusado reconoce su responsabilidad en los hechos y acepta la pena propuesta.
La calificación legal del delito fue por "lesiones leves agravadas por el vínculo", dado que el agresor es el padre de la víctima, y se enmarcó en un contexto de violencia contra las infancias, entendiendo la asimetría de poder y la vulnerabilidad de la niña.
La prioridad: los derechos de la niñez
Este fallo no solo tiene un fin punitivo para el agresor, sino que busca enviar un mensaje claro a la sociedad sobre la intolerancia estatal hacia el maltrato infantil.
La fiscal Rafaella Riccono destacó la importancia de velar por los derechos de las niñas y los niños, recordando que bajo ninguna circunstancia la violencia física puede ser utilizada como método de crianza o corrección. Los niños son sujetos de derecho y el Estado tiene la obligación de intervenir para garantizar su integridad física y emocional, asegurando que crezcan en ambientes libres de violencia.
R.G.