La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) explica que una eyección de masa coronal (CME) es una explosión de partículas solares acompañada de campos magnéticos y, cuando este fenómeno alcanza nuestro planeta, puede desencadenar una tormenta geomagnética.
Este tipo de alertas, especialmente de alta intensidad son poco frecuentes, mientras que los especialistas anticipan que su impacto podría provocar perturbaciones geomagnéticas inmediatas, con intensidad nivel G3 (fuerte) y una posible escalada a G4.
La alerta de tormenta solar en nivel G4 está vigente para este lunes, sin embargo, desde el centro de monitoreo advierten que esta clasificación podría cambiar a medida que el fenómeno se acerque a la Tierra, con la posibilidad de que se eleve a G5.
El clima nublado y la alerta de lluvias en nuestra región anunciada desde el día domingo y continuando el día de hoy, hace difícil que sea visto el efecto, sin embargo no se descarta que algunas fotografías desde parajes más apartados puedan obtenerse.
La Red Geocientífica Chilena señaló que, con niveles tan elevados, es probable que se produzcan auroras boreales y australes en zonas inusuales y, en el caso de Sudamérica, podrían observarse en el extremo sur de Chile y Argentina.
También se esperan avistamientos en gran parte de América del Norte, incluyendo Alaska, Canadá, Alabama y el norte de California, mientras que, en Europa, podrían llegar a verse hasta en Alemania.
Un fenómeno similar tuvo lugar en mayo de 2024, cuando los cielos patagónicos se tiñeron de tonos rosados, rojizos y anaranjados, espectáculo que fue especialmente visible en ciudades como Ushuaia, El Calafate y El Chaltén, así como en otras localidades del sur.
S.L.