La temporada de pesca de langostino en aguas nacionales aún no comenzó y el conflicto entre trabajadores y empresarios sigue sin solución. El secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, alertó sobre la gravedad de la situación y reclamó la intervención del Estado Nacional.
El funcionario explicó que si bien la prospección – ahora suspendida debido al mal clima – no destraba el conflicto, su realización permite avanzar rápidamente apenas se logre un acuerdo paritario. “La prospección no destraba el conflicto, sino que lo que genera es la posibilidad de que, una vez acordadas las cuestiones paritarias entre cámaras y empresas, se pueda salir de manera inmediata a pescar”, explicó Arbeletche. Las pérdidas ya serían millonarias, tras casi un mes sin actividad.
Alberetche reconoció que las empresas denuncian falta de rentabilidad por la caída del precio del langostino, altos costos internos y un tipo de cambio desfavorable. “Las empresas hoy pierden plata para salir a pescar langostino en aguas nacionales. El precio del langostino ha continuado bajando, la demanda merma, los costos son altísimos y Argentina tiene un dólar totalmente atrasado”, planteó el funcionario. “Cada día que pescan los empresarios en este contexto, pierden plata”, remarcó.
Por parte, explicó que también tiene razón los trabajadores nucleados en el SOMU: “Es absolutamente entendible también la posición de los trabajadores. No quieren ser la variable de ajuste y tener que bajar sus haberes para que el negocio sea rentable”, afirmó.
El titular de la cartera de Pesca insistió en la necesidad de que Nación intervenga activamente. “Este es un conflicto de entera competencia nacional, un conflicto gravísimo que está generando pérdidas millonarias al Estado Nacional y a todos los trabajadores y a las empresas”, señaló. “No se pueden desentender, no se puede decir ‘esto es un conflicto entre privados’ y no darle más importancia al asunto”, subrayó a Radio 3.
Finalmente, y a pesar del difícil panorama, Arbeletche se mostró optimista: “La pesca es tremendamente dinámica y las negociaciones son frenéticas en todo momento. Cuando todo parece oscuro, en el fondo se está tejiendo algo. Yo soy muy optimista, creo que en los próximos días vamos a estar pescando”, sostuvo. Valoró además que hay un punto de coincidencia clave entre las partes: “El empresario quiere pescar, tener su buque en marcha, y el trabajador quiere salir a pescar. Ya hay un punto de esperanza”.