- Por Lelia Castro -
Mariano Héctor Mateo de 63 años, nació y se crió en nuestra querida ciudad de Esquel. Actualmente es el propietario de la parrilla “La Montaña”, un restaurante emblema para todos los esquelenses.
“Mi madre es un dios para mí”.
Al recordar sobre su vida y su infancia, Mariano rescata las figuras de su padre y especialmente la de su madre. De ella nos cuenta que era una de las únicas peluqueras que había en la ciudad, pero además: “La peti era la que me defendía siempre en casa”, recuerda Mariano.
“La verdad tuve una familia buenísima”.
Incluso hoy en día, Mariano sigue sosteniendo la costumbre de ir a almorzar con su mamá cuando tiene un día libre. Y reconoce que todo lo que es, y todo lo que logró, fue gracias a seguir el ejemplo de sus padres: “Y trabajar, trabajar, trabajar”.
“Yo lo admiraba a mi padre porque él solucionaba todo”.
Entre las muchas cualidades que Mariano destaca de sus padres están los valores y la cultura del trabajo, razón por la cual nunca le faltó nada al crecer. Además, junto a su papá compartieron la pasión por el deporte, y es que ambos solían jugar a la paleta. Mariano reconoce que no podía vencer a su padre en este deporte, y que cuando al fin lo logró decidió igualmente entregarle el premio a él en señal de reconocimiento.
“Yo estoy orgulloso de haber tenido esa crianza y de tener los principios que me dieron mis padres”.
Respecto a los recuerdos de Esquel en su juventud, Mariano nos cuenta que era chiquito pero hermoso. “Habían potreros por todos lados con los chicos jugando a la pelota”, comenta. De esos años también destaca las formas sanas que encontraban de divertirse, en especial recuerda juntarse con sus amigos y, tortas y jugo mediante, se ponían a bailar.
“Me acuerdo que nevaba mucho y en todo el pueblo vos veías a los chicos que salían con la pala a limpiar las veredas y los techos. El clima era distinto”.
Entre sus oficios, Mariano cuenta con haber sido instructor de esquí en La Hoya. Cuando recuerda los inviernos que pasaba allí, remarca la presencia de abundante nieve, lo que hacía que nuestro cerro tenga una temporada extendida.
“Nos divertíamos con muy poco. Era todo muy sano y lindo”.
Mariano también fue el propietario de un pub. De esta época destaca principalmente el haber sido el responsable de la concreción de muchas parejas por un divertido sistema que propuso en su emprendimiento. A través de papeles y un buzón las parejas podían enviarse mensajes y corresponderse (o no).
“Yo lo vi mucho cocinar a mi padre, así que bueno, ahí arranqué con la gastronomía”.
Después de una serie de circunstancias que lo llevaron a abandonar el pub, Mariano decide incursionar en el rubro gastronómico. En esa época en Esquel sólo había una parrilla, lo que dejaba una linda posibilidad de triunfar para nuestro entrevistado. “Parrilla de María” se llamó este emprendimiento, y duró 39 años.
“Me pasaron cosas no tan lindas en la vida pero siempre seguí para adelante”.
“Todo pasé y aprendes a mantenerte”, nos cuenta Mariano sobre el sinnúmero de dificultades que tuvo que atravesar para sostener sus negocios en contextos hostiles para quienes emprenden. El triunfo y la superación siempre vinieron por su propio esfuerzo ante estas situaciones.
“Desde que trabajo de comerciante no hubo un gobierno que me haya ayudado”.
Mariano reconoce que sostener las parrillas le quitó tiempo para poder disfrutar en familia. Hoy en día agradece el apoyo incondicional que siempre le brindó su esposa Sonia. Además, reconoce el cariño y la incondicionalidad de sus dos hijas, quienes se mantuvieron a su lado pese a todas las inclemencias.
“El sueño de mi vida, y en ese momento el de Sonia, era tener nuestro local propio”.
Luego de su experiencia con “Parrilla de María”, Mariano y su esposa deciden que es momento de probar suerte por su lado. Si bien tardaron 10 años en concretar su sueño, pudieron pensar en cada uno de los detalles, desde el nombre hasta la estética del lugar. Las paredes del restaurante cuentan muchas historias, incluso de gente anónima que quería dejar su huella.
“El nombre es en honor del Cerro 21”.
Mariano es un agradecido y lo demuestra. Reconoce especialmente la labor de su equipo de trabajo en la parrilla, quienes se esfuerzan tanto como él para que el negocio prospere. Además, sostiene que todo lo que logró es gracias a la gente de Esquel que siempre confió en él y en sus proyectos.
“Yo me debo a la gente de Esquel porque me hizo crecer como persona. Ellos cuando vienen a mi negocio, se sienten como en su casa y ese es mi logro. Eso es lo que yo siempre pensé de un restaurante”.
Parrilla “La Montaña” trabaja de martes a domingo, excepto los miércoles al mediodía, de 12:00 a 15:00 hs, y de 20:30 a 00 hs. Para el día del padre hay muchas sorpresas preparadas por lo que ya se puede ir reservando una mesa al 2945692836 2945554782. También pueden comunicarse vía facebook.
Agradecemos a Mariano por recibirnos tan cálidamente en su parrilla y brindarnos esta entrevista.