El gobierno nacional reformuló el programa Procrear, entre los cambios, se dispondrán tasas similares a las del mercado financiero para quienes puedan pagarlas, según sus ingresos, y ofrecerá créditos para la compra de viviendas construidas.
El programa, que motorizó a la industria de la construcción, no realiza sorteos desde 2015 y el gobierno nacional quiere implementar cambios antes de ponerlo en marcha nuevamente. Una de las novedades, según las medidas en estudio, será la creación de una línea especial para compra de viviendas usadas o nuevas ya construidas.
Pero se revisará el esquema de tasas, sobre todo para evitar la aplicación de un subsidio a sectores que tengan capacidad de tomar el crédito a tasas de mercado, y se reformularía el sistema para fijar prioridades en el acceso.
El objetivo de la ANSES es otorgar 100.000 préstamos al año, con una mayor diferenciación según el nivel socioeconómico de cada familia (tanto en la prioridad de acceso como en las tasas de interés aplicadas).
Esto último se haría para frenar el efecto de incremento de precios de los terrenos que se registró en varios puntos del país a partir de la mayor demanda para poder aplicar al crédito.
Se elevarán los montos tope de los préstamos, porque los actuales no permiten muchas veces terminar las obras encaradas por las familias que acceden a los préstamos de largo plazo.
Además se evitará subsidiar a quienes, por sus ingresos, podrían pagar una tasa de mercado: ahora, los créditos se otorgan con tasas que se diferencian según el nivel socioeconómico de cada familia. Pero esas tasas tienen topes de entre 14 y 19 por ciento según el destino que se le da al dinero y la zona del país. Para el Gobierno, esos topes están por debajo de la inflación anual, lo que lleva a hacerle perder valor real al fondo.
Entre las alternativas en estudio está lograr la participación de bancos privados en el esquema de financiamiento y no descartó la aplicación del proyecto que tiene bajo análisis el Banco Central.
Se trata de un mecanismo para habilitar créditos hipotecarios sobre la base del uso de una unidad de cuenta que se ajuste periódicamente por un índice, en un esquema similar al que funciona en el mercado chileno.