Si estás embarazada seguro te hiciste esta pregunta: y ahora, ¿qué me pongo?
Muchas mujeres consideran que por el hecho de estar embarazadas se posee el derecho a la pérdida del estilo, y es entendible, ya que lo que generalmente se desea en esta etapa es la comodidad. Pero poseer estilo no debe asociarse a incomodidad: si este es tu caso, quiere decir que estás haciendo algo mal, ya que la gran solución y respuesta es usar lo adecuado siguiendo los parámetros de tu cuerpo y también de la ocasión o situación.
Ante todo, aunque parezca obvio, es imprescindible que apuestes por la comodidad.
¡No hay por qué estresarse ni renovar tu armario al 100%! La clave está en mirar lo que ya tienes, pensar en lo que podés seguir usando y en lo que necesitás.
Las remeras anchas o camisas las podés usar un par de meses: el truco es ir mezclando estas prendas “regulares” con otras que sí son de maternidad y que irás necesitando poco a poco, como los pantalones de embarazo.
Si vas a invertir en alguna prenda, tiene que ser en pantalones para embarazadas.
En general, te recomiendo optar por partes de arriba anchas y sueltas, vestidos con algo de elástico, leggings con remeras largas o camisas.
En verano, ¡los vestidos son lo máximo!
Y encontrarás varias opciones, ya que están muy de moda esta temporada. ¡Combinalos con unas zapatillas y vas a estar súper canchera y cómoda!
La tela es importante: tentarse con comprar ropa dos o tres talles más grandes no es la mejor opción Es fundamental elegir piezas confeccionadas con spandex de muy buena calidad para que se vaya adaptando a los cambios al cuerpo, pero sin deformarse, sin apretar la panza y permitiendo que te muevas cómodamente
Prendas post parto: que estés cómoda durante el embarazo es tan importante como que lo estés durante la lactancia. Por eso, siempre priorizá disponer de prendas con botones y escotes que le permitan a tu bebé tener un acceso rápido a su barra libre, por ejemplo, camisas o remeras que no sean ajustadas.
Calzado extraseguro: los pies suelen hincharse y necesitan estar libres, pero también brindar estabilidad. Zapatillas o sandalias bajas van a ser imprescindibles.
Lo más importante es respetar el estilo propio, ya que estamos atravesando numerosos cambios y situaciones que no son cotidianas, así que, si modificáramos demasiado nuestro estilo, podríamos sentirnos incómodas o no reconocernos en la imagen que nos devuelve el espejo.
Y, sobre todo, disfrutar de la etapa más linda de la vida.