30 de Agosto de 2019
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Usurpaciones en Costa del Lepá: "Nos están generando una situación económica terrible"

Tomás Pinto, uno de los damnificados por las usurpaciones en el paraje, aseguró: "No es tan fácil como quieren hacerlo ver, no es blanco o negro". Hace casi dos meses que no pueden trabajar. 

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El jueves por la tarde más de 50 familias preocupadas por las usurpaciones de tierras y ante amenazas de que se produzcan más ocupaciones brindaron una conferencia de prensa para dar a conocer la complicada situación que están atravesando. 

 

Uno de los damnificados por este problema es Tomás Pinto, quien visitó los estudios de Red43 y compartió en exclusiva lo que comenzó a vivir su familia el 13 de julio pasado:

 

"El 13 de julio tomamos conocimiento de que un grupo de personas estaba en la tranquera del establecimiento nuestro del lado de afuera. Pedimos actuación policial, porque nos avisaron pobladores y no sabíamos exactamente qué estaba pasando, teníamos idea de qué podía ser y si era lo que creíamos podía ser tomado como una provocación. Pusieron un candado y manifestaron que estaban recuperando ese territorio".

 

"Vimos gente de agrupaciones de comunidades aborígenes, de Defensoría Oficial, vimos gente de Costa del Lepá y no pudimos abrir un diálogo con Eusebio Antieco. Ahí nuestros abogados nos recomendaron que hagamos la denuncia por violación a la propiedad privada y por privación al ingreso a la vivienda. A partir de entonces empezó un derrotero que en este momento está estancado".

 

Contó que conocían del lugar a la persona que usurpó la propiedad y que hicieron todo lo posible por conversar, pero no fue posible y, por si fuera poco, en medio de la instancia de diálogo tomaron otra propiedad suya:

 

"Lo conocíamos de verlo en el lugar y siempre hubo una cuestión de que nos decía que éramos usurpadores, a lo que le contestábamos que hiciera las denuncias del caso. Nosotros todavía no terminamos de escriturar, así que si hay alguna irregularidad queríamos que se haga la denuncia para no avanzar. No hicieron eso y se produjo la toma. En medio del diálogo tomaron otro sector más, no notamos que haya un interés en dialogar sino que la estrategia es profundizar el conflicto".

 

"Nos estaban pidiendo diálogo y nos estaban tomando un lugar por otro lado. Es muy difícil dialogar en estos términos".

 

"Mi hermano que es quien vive en esa casa trató de hablar con estas personas. Hemos hablado con muchísima gente de Costa del Lepá porque mi hermano es parte de la comunidad hace un año y medio, con familiares de Eusebio Antieco, con él solamente el día del allanamiento de identificación que se hizo donde manifestó que estaba en proceso de recuperación. Pidió 72 horas porque estaba organizando una reunión con Máximo Pérez Catán que estaba a cargo de estas cuestiones y después de eso iba a dejar acceder a las herramientas de trabajo, porque somos nosotros quienes trabajamos el campo. Pasaron las 72 horas y no cumplió con eso".

 

Pinto cuestionó el papel de las autoridades que deben encargarse del tema:

 

"El fiscal llama a una audiencia conciliatoria en Gualjaina. Se transformó casi en una asamblea abierta porque los vecinos al enterarse de la posibilidad de ir a manifestar sus preocupaciones y sus problemas se acercaron. Nosotros propusimos en todo momento que la comunidad estuviera presente y había como 70 personas ese día. No se pudo llegar a nada porque Antieco no participó de la conciliación y pierde razón de ser sin una de las partes".

 

"Uno esperaba que por ahí los funcionarios le den un cierre y la conviertan en una asamblea de vecinos, pero no sucedió. Se nos pidió una mesa con Pérez Esquivel, con Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora, personal del Conicet y algunas personas más. Nosotros sostenemos que el problema de las tierras si bien tiene una parte política muy fuerte, la mejor manera de resolverlo es a través de una mesa técnica, lo hemos propuesto hasta el cansancio y siempre se nos contesta con una mesa política".

 

"¿Por qué una mesa técnica? Porque se tiene que solucionar de una forma que sea creíble para todas las partes. Por más respetable que sea la gente que integra una mesa política no es su rol y tampoco creo que poner gente que se está parando desde una mirada ideológica determinada lo que resuelva la parte damnificada no iba a creerlo porque le iba a dar carácter político. Por eso sosteníamos que la mesa sea técnica consensuada por todas las partes y acordar acatar lo que resuelva".

 

"La mesa política tiene una decisión tomada que sea para un lado o para otro no sirve porque no es creíble".

 

En ese sentido, agregó que se quiere hacer pasar como una pelea de buenos contra malos, pero no es tan sencillo:

 

"Nosotros tenemos una estrategia judicial avanzada de la que no puedo hablar mucho. Nos queda la mirada política de todo lo que está sucediendo, cuesta mucho expresarla porque nosotros venimos sosteniendo hace rato que hay un fundamentalismo tan fuerte alrededor de todo esto que todo se pone en blanco o negro, de un lado y otro. Ayer en Lepá se notó que no es blanco y negro, hay intermedios".

 

"El INAI trabaja sobre una realidad que no es la que tiene que ver con la comunidad de la Costa del Lepá. Acá se trata de gente que tiene un conflicto, necesita dialogarlo, tiene raíces históricas, pero tiene una resolución técnica y se tiene que mirar desde la modernidad de hoy. No podemos seguir sujetos a esta cosa de que a los pueblos originarios les robaron las tierras y todos los que las ocupan son malos. Hay gente que ocupa las tierras que son integrantes de pueblos originarios o que las compró legalmente, quizás hay gente que los estafó y gente que compró de buena ley. No es un blanco o negro. Nos encontramos con organizaciones que no están a la altura".

 

"Es una comunidad trabajadora, es una comunidad que tiene gente mapuche, gente de otros orígenes y todos pueden demostrar la legalidad de lo que tienen. No es tan simple como quieren hacerlo ver: es una clase trabajadora enfrentada con otra clase trabajadora".

 

"A nosotros nos costó entender qué estaba ocurriendo, esta persona que nos usurpa a nosotros no es descendiente de quiénes tienen el derecho de estar en ese lugar de acuerdo a su reclamo, esto genero un conflicto, y otra cosa violenta para la comunidad es que la gente que lo acompaña no es del lugar en su mayoría".

 

"Es muy difícil hablar del tema porque tiene aristas internas y aristas hacia afuera que es lo que nos toca a nosotros, pero también viene el INAI hablando de la comunidad aborigen pero la mayor parte de la comunidad de Costa del Lepá no la reconoce, ni siquiera los que son de descendencia aborigen. Entonces son los intereses de una comunidad que es un sello de goma de Buenos Aires contra los intereses de la propia comunidad del lugar".

 

¿Qué se le reclama puntualmente a la familia Pinto?:

 

"A nosotros se nos acusa de haberle comprado a una persona que estafó gente, pero eso estamos pidiendo a la Justicia que lo clarifique para saber qué tenemos que hacer nosotros. Pero en lo que respecta a las 74.000 hectáreas de Costa del Lepá la realidad es esta: las leyes sostienen a una comunidad que no es tal en la práctica pasando por los intereses de una comunidad que es concreta, que es de trabajadores y pone en una situación de enfrentamiento a pobres contra pobres".

 

El damnificado puso en claro su preocupación, ya que no pueden acceder a la casa que cumple la función de vivienda para su hermano, y además no pueden trabajar con las dificultades económicas que eso conlleva: "No somos Benetton y esto genera un problema económico muy serio", explicó. Además, pudieron corroborar que les robaron herramientas fundamentales:

 

"Hace dos meses no podemos controlar lo que tenemos ahí y ni hablar de la situación económica que está pasando mi familia. Yo tengo una jubilación pero no podemos trabajar desde el 13 de julio y me siento en la obligación de aclarar que nosotros no somos potentados, no somos Benetton, esto nos está generando una situación económica terrible, en el contexto de la situación nacional y provincial. Es un problema muy serio".

 

"A nosotros nos robaron, hemos constatado que faltan herramientas, vamos a los términos que dicen, que ocupan porque es de ellos, pero nos faltan cosas que no son parte de la ancestralidad, el elemento en conflicto es la tierra, si yo me tengo que ir mañana dejame llevarme mis cosas. Tuvimos que denunciar que nos robaron materiales y herramientas importantes, no una llave".

 

"Tuvimos que solicitar a través de la Fiscalía que nos dejen entrar a ver si nuestros animales están vivos, si están enfermos, si están muertos. Es muy difícil manejarse en esto y romper este círculo de que hay buenos, malos y en el medio no hay nada. En ese camino no hay solución porque esto no es una película de Disney, hay de todo en el medio. Hay gente que está con terror de que le quiten lo que consiguió trabajando toda la vida y hay gente con bronca porque le sacaron lo que tenía, también lo entiendo, pero si no armás los canales de diálogo es imposible que estos e solucione".

 

 

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