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Cómo funciona la planta verificadora de Esquel

Entre las tareas de la policía, se encuentra la de verificar la procedencia y el buen estado de todos los vehículos que transitan en la vía pública. La comisario Carolina Pauli nos cuenta cuáles son las actividades que realizan y qué trámites debe tener un vehículo para su transferencia o venta.

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En Esquel, el personal policial se encuentra involucrado en muchas actividades de gran importancia para la comunidad. Además de intervenir ante problemas e incidentes, hay tareas cotidianas de las cuales la policía es la encargada y que implican un arduo trabajo.

 

Es el caso, por ejemplo, de la planta de Avenida Perón 920, donde la policía realiza actividades de verificación en trámites de compra, venta y transferencia de vehículos.

 

La comisario Carolina Pauli explica que cuentan con dos verificadores y están gestionando más personal policial para capacitar en el cargo. Más allá de este trabajo, que se realiza de lunes a viernes, de 8 a 13, por la tarde realizan controles en talleres mecánicos, gomerías y concesionarias para garantizar que cada venta de autopartes o vehículos esté aprobada, conforme lo prevé el Registro Nacional de la Propiedad del Automotor.

 

“Nosotros tenemos contacto directo con el Registro que nos dice en cada situación, cada vehículo, la chapa patente a qué vehículo corresponde, si sobre ese vehículo pesa alguna orden de secuestro, una prohibición de circular o, en tal caso también (suele suceder) que pueda pesar el secuestro solamente sobre el motor, por ejemplo, del vehículo”.

 

Todo vehículo, para ser vendido o transferido, debe contar con un formulario de verificación para que el Registro pueda conocer quiénes son los propietarios. En colaboración con muchas comisarías, también se hacen tareas en Trevelin, Costa o Tecka.

 

“Todo vehículo que se encuentre en la vía pública, nosotros estamos facultados a la inspección física, conforme a las leyes provinciales y la ley orgánica nuestra, provincial”, cuenta Pauli. Mediante estos métodos, se verifica la procedencia y propiedad de cada rodado.

 

En talleres, a veces hay denuncias por falta de habilitación o registro de vehículos en talleres. “En una oportunidad, realizamos una inspección sobre un taller y no contaba con la habilitación: logramos identificar un rodado sobre el que pesaba un pedido de secuestro por parte de la Brigada de Investigaciones y se verificó si ese pedido de secuestro se encontraba vigente: pudimos corroborar en forma posterior que había quedado sin efecto”.

 

En promedio, se paga alrededor de $2000 por la verificación y $1500 por el grabado de cristales aproximadamente. Se verifican también camiones, colectivos, motos y cualquier vehículo que deba quedar registrado.

 

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