18 de Noviembre de 2020
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La Nueva Alicantina, un paraíso con restos arqueológicos en el corazón de Chubut

El establecimiento, que se encuentra exactamente a mitad de camino entre Trelew y Esquel, tiene agua mineral de manantial, restos de dinosaurios, una belleza natural única y se dedica al agroturismo. La palabra de su responsable, José Oroquieta, en Primera Mano. 

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La Legislatura ratificó por ley -de forma unánime- el convenio de Custodio Rural firmado entre la provincia y La Nueva Alicantina. Se debe a que en uno de los establecimientos, donde funciona un ecoalojamiento rural, también existen restos fósiles y arqueológicos.

 

Con este acuerdo, Chubut delegó la facultad de inspección, control del recurso, labrado de actas y custodia. También permite el aprovechamiento con fines turísticos del recurso, posibilitando la llegada de turistas y dar a conocer los hallazgos. 

 

José Oroquieta es el responsable de la Nueva Alicantina, un paraíso natural en el corazón de Chubut y de la Patagonia, que se encuentra equidistante a Trelew y Esquel. En diálogo con Martín Berrade en una nueva edición de Primera Mano, valoró este acompañamiento de la Cámara de Diputados: "Lograr mostrar a los legisladores y que ellos se muestren interesados en esta figura de custodio rural, muy poco utilizada en Chubut, marca un norte, un rumbo, un camino y en ese aspecto vamos a seguir trabajando".

 

 

"La figura de custodio rural responde a una necesidad por parte del Estado provincial de delegar determinadas facultades al superficiario donde se encuentren recursos fósiles y además restos arqueológicos que revistan alguna importancia".

 

 

 

Una empresa familiar

 

La familia de Oroquieta es propietaria de la Alicantina, un espacio con diferentes particularidades: "No solo hay restos de dinosaurios correctamente registrados, sino también enormes paredes de piedra de más de 4 kilómetros de largo, que utilizaban pobladores de antaño probablemente para cuidar chivas, y casas íntegramente hechas de piedra con paredes de más de 60 centímetros de ancho". "Todo este patrimonio arqueológico y cultural es custodiado por nosotros y obviamente nos permite darlo a conocer en el marco de la visión turística que tenemos para la región de la Meseta Central", valoró el empresario. 

 

"La sociedad administra campos con más de 50 mil hectáreas en Chubut", indicó. Además, explicó que la Alicantina tiene una ubicación geográfica muy especial: "Está en el centro de la provincia, un poquito al norte, y en el exacto centro de toda la Patagonia. Es equidistante entre la cordillera y el mar y está entre los pueblos de El Escorial y El Mirasol en el departamento Gastre".

 

La Alicantina tuvo que atravesar diversos problemas que la transformaron hasta convertirla en lo que es hoy: "Originalmente era un establecimiento ganadero tradicional como cualquier otro". "Hemos tenido los avatares propios que se han dado para la producción ovina: la ceniza de 2011, la sequía, los predadores. Todo ha sido un problema, incluso el éxodo de personal hacia las ciudades de la costa", detalló José Oroquieta. "Siempre sorteando todas las dificultades y aplicando nuestra filosofía de trabajo", llegó la transformación: "Intentamos llevar esa producción tradicional ovina patagónica a una producción aunque sea un poco más boutique y en menor volumen, pero siempre de excelencia".

 

 

 

Sustentabilidad y consciencia ambiental

 

"Seguimos esquemas de bienestar animal y siempre nos interesó darle trascendencia a la sustentabilidad", subrayó el responsable de este atractivo natural. "Por un lado, la sostenibilidad a futuro, que el negocio obtenga rentabilidad y permita reinversiones, pero por otro que sea un negocio a largo plazo y un lugar que podamos disfrutar con consciencia ambiental y generacional", detalló. 

 

 

"Esa ha sido nuestra óptica, por eso es que obtenemos energía limpia a través de paneles solares, cuidamos los recursos, clasificamos los residuos, reciclamos, y cuando logramos hacer todo eso en un entorno amigable con el medio ambiente apareció la posibilidad de explotar el agroturismo".

 

 

Guiados por esos valores lograron habilitar en Gastre el primer ecoalojamiento rural de Chubut: "Es un espacio pequeño, reducido, con muy altos estándares de calidad y prestación de servicio. Es todo un hito y una declaración de principios de lo que queremos hacer y cómo queremos hacerlo".

 

 

 

Esperan un "boom" con la vuelta del turismo

 

José Oroquieta afirmó que se encuentran alineados con los protocolos nacional e integraron las planillas para obtener el sello internacional Safe Travels, de turismo seguro. La expectativa es elevada por la demanda que pueden tener estos espacios como lugares de poco riesgo en la pandemia.

 

"Entendemos que el turismo rural y las áreas protegidas de Chubut van a tener un boom, el turista va a tratar de lanzarse o acercarse a los lugares un poco más alejados, con menos aglomeración de gente", evaluó el empresario. 

 

 

Agua mineral de manantial en la zona

 

 

 

Hace 8 años en la Alicantina hicieron el primer estudio hidrogeológico de la cuenca. El lugar tiene más de 17 aguadas naturales: "El chalet principal está a una altura similar que la ciudad de Esquel, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, pero en el departamento Gastre con las consecuencias climáticas que trae". 

 

"Contamos con mucha agua y esos estudios hidrogeológicos nos han permitido registrar en el Instituto Provincial del Agua las primeras aguas privadas de la provincia, es decir aguas que nacen y mueren dentro de la Alicantina", resaltó Oroquieta.

 

 

"Somos los titulares registrales de las aguas que allí existen y tenemos agua mineral de manantial en toda la zona".

 

 

También tienen una laguna "que es la canalización de esa agua y estamos en tratativas con Pesca Continental para ver si podemos sembrarla. Nos interesa dar alternativas de turismo por un lado, pero sustentables y ecológicas por otro".

 

"Es una zona muy amigable, una estepa patagónica pura, pero por condiciones de altura y sembradíos que hemos logrado tenemos pequeños bosquecitos. Ahora ya entrada la primavera el follaje de los arboles es increíble y nos dota de un lugar muy verde, con mucha agua en el medio de la estepa", describió el encargado del establecimiento. "Genera unos contrastes más que interesantes dignos de esas estancias de ensueño que uno a veces ve en la fotografías de la Patagonia", graficó.

 

 

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